Las dos grandes familias políticas de Francia cierran filas para crear un "cordón sanitario" que deje a Le Pen fuera el 7 de mayo
PARÍS, 23 (EUROPA PRESS)
Las primeras proyecciones que conceden el pase a la segunda vuelta de las presidenciales francesas a Emmanuel Macron y Marine Le Pen han bastado para que destacados dirigentes vinculados al Partido Socialista y a Los Republicanos se hayan apresurado a pedir el voto para el líder del movimiento En Marche!.
Macron, antiguo ministro de Economía del Gobierno de François Hollande, ha logrado un éxito sin precedentes con un movimiento de reciente creación, gracias a un programa de centro que le sitúa como opción moderada de cara a la segunda vuelta del 7 de mayo.
El aspirante socialista al Elíseo, Benoît Hamon, ha sido el primero en dar la cara tras conocerse los sondeos a pie de urna y ha reconocido el "desastre" de su candidatura y ha pedido el voto para Macron. Según ha explicado, ahora es momento de establecer "una distinción clara entre un adversario político y una enemiga de la República".
También ve "clara" la decisión el primer ministro, Bernard Cazeneuve. "La presencia de una candidata de extrema derecha en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, 15 años después del impacto de abril de 2002, hace necesaria una posición clara y fuerte de todos los republicanos", ha afirmado en un comunicado. Por ello, ha sostenido, "llamo solemnemente a votar a Emmanuel Macron en la segunda vuelta".
Otros miembros del Gobierno, como el ministro de Exteriores, Jean-Marc Ayrault, también han salido en apoyo del antiguo titular de Economía. "Toda la izquierda, todos los republicanos deben movilizarse para votar por Macron, por Francia, por la República, por Europa", ha afirmado Ayrault.
Por su parte, el ex primer ministro Manuel Valls, que vio truncadas sus aspiraciones de llegar al Elíseo en las primarias socialistas, ha reiterado su respaldo a Macron, que ya adelantó hace unas semanas. "Cada uno debe medir la gravedad del momento y hacer todo lo posible para unir. Por Francia", ha escrito en su Twitter. "Hay que garantizar una gran derrota de la extrema derecha el 7 de mayo", ha añadido.
Quien no se ha pronunciado este domingo ni está previsto que lo haga es el presidente, François Hollande, pero se espera que lo haga en los próximos días. El mandatario ya ha hablado por teléfono con Macron, así que cabe esperar que cuando hable lo haga para ofrecerle su apoyo.
Esta semana, 'L'Opinion' había informado de que el presidente había pedido a sus ministros que en segunda vuelta apoyaran a "quien quiera que fuera" el candidato con el que se tuviera que enfrentar Le Pen.
APOYO CONSERVADOR
Por su parte, el candidato presidencial de Los Republicanos, François Fillon, se ha pronunciado claramente tras el cierre de los colegios. "No hay otra opción que votar en contra de la extrema derecha. Votaré, por tanto, a favor de Emmanuel Macron", ha anunciado, en una comparecencia en la que ha alertado de que "el extremismo sólo puede traer desgracia y división a Francia".
El ex primer ministro Alain Juppé, que perdió en la segunda vuelta de las primarias frente a Fillon, ha llamado a bloquear a "la extrema derecha que conduciría a Francia al desastre". "Sin dudar, opto esta noche por dar mi apoyo a Emmanuel Macron", ha asegurado.
Jean-Pierre Raffarin, jefe de Gobierno con Jacques Chirac, ha llamado igualmente a "unirse detrás de Emmanuel Macron" ante la "mala noticia" que han dado las urnas, según declaraciones a France 2. La ola de apoyos a Macron también ha llegado hasta la época de Nicolas Sarkozy, con voces como las de los exministros Christian Estrosi y François Baroin.
Quien tampoco tiene intención de hablar este domingo es Sarkozy, según informa RTL. El expresidente, que perdió en las primarias frente a Fillon, esta semana llamó finalmente a votar por él para evitar un choque en segunda vuelta entre Le Pen y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon.
CORDÓN SANITARIO
Las dos grandes familias políticas francesas, que por primera vez desde la instauración de la V República en 1958 han quedado fuera de la segunda vuelta, cierran así filas para frenar una eventual victoria de Marine Le Pen el 7 de mayo.
Se repite así el llamado "cordón sanitario" que el "frente republicano" creó en 2002 para evitar que el padre de la líder del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen se hiciera con el Elíseo. Entonces, y por sorpresa, se impuso en primera vuelta al socialista Lionel Jospin y se enfrentó a Jacques Chirac en la segunda vuelta, en la que perdió.
Tanto socialistas como Los Republicanos, pero principalmente los primeros, salen de estas elecciones seriamente tocados y deberán tratar de recuperarse pronto del golpe, ya que el 11 y 18 de junio se celebran elecciones parlamentarias.
En el caso de los socialistas, Hamon puede tener el consuelo de que no ha obtenido el peor resultado de la historia del partido, ya que éste lo sigue manteniendo Gaston Defferre, quien en 1969 obtuvo el 5 por ciento.
Por su parte Los Republicanos tienen previsto reunirse este mismo lunes para analizar la derrota electoral. Según BFMTV, el secretario general del partido, Bernard Accoyer, ha convocado una reunión de la ejecutiva política del partido.
LA ESPERANZA DE LE PEN
Las encuestas realizadas antes de esta primera vuelta ya vaticinaban que, en caso de que Macron y Le Pen se enfrentasen en un 'cara a cara', el ex ministro de Economía tenía todas las de ganar. El Frente Nacional es consciente del reto, aunque no tira la toalla.
El vicepresidente del Frente Nacional, Florian Philippot, ha llamado en France 2 a "todos los electores" a votar por Le Pen en la segunda vuelta, con una especial mención a quienes han respaldado en primera ronda al candidato de Los Republicanos, François Fillon.