TOGLIATTI (RUSIA), 3 (Reuters/EP)
El Gobierno de Rusia ha estado ocultando la muerte de cientos de mercenarios rusos contratados para luchar a favor de las fuerzas del presidente sirio, Bashar al Assad, contra los grupos rebeldes en diferentes regiones de Siria.
Según las autoridades rusas, la participación de Rusia en la guerra de Siria se ha visto limitada a la realización de una serie de ataques aéreos y al despliegue de pequeñas unidades especiales de las Fuerzas Armadas en determinados puntos de Siria.
A pesar de que Moscú ha negado en reiteradas ocasiones cualquier tipo de participación militar constante en Siria, al menos una decena de personas han denunciado que mercenarios rusos están ejerciendo un papel significativo en las operaciones militares llevadas a cabo en la zona.
El 3 de febrero, el militar ruso Maxim Kolganov, de 38 años, murió mientras se enfrentaba a varios grupos de rebeldes cerca de la ciudad de Alepo. Unos seis días después, la unidad de Kolganov se aproximó a la ciudad de Palmira, donde Sergei Morozov resultó herido y murió mientras era trasladado de camino al hospital.
Las familias de Kolganov y Morozov recibieron varias medallas, así como los certificados, firmados por el presidente ruso, Vladimir Putin, en conmemoración por los servicios prestados en Siria.
No obstante, ninguno de los ellos había sido contratado por el Estado ruso. Se encontraban en Siria como contratistas privados y, según varios testigos, constituyen una pequeña parte de todas aquellas personas que han sido desplegadas de forma secreta por el Kremlin en Siria.
Las muertes de los mercenarios no se han hecho públicas y sus familiares han recibido muy poca información sobre sus muertes. Según varios periodistas de Reuters, la familia de uno de los "soldados secretos" de Rusia recibió 100.000 dólares (90.000 euros) como compensación por su muerte.
INTERVENCIÓN COMO MILITARES REGULARES
Varios testigos han indicado que, aunque los contratistas o mercenarios son contratados por una empresa privada y no poseen el estatus de militares, operan de manera coordinada con el Ejército ruso y pueden disponer de los privilegios reservados para los veteranos de guerra una vez regresan a Rusia.
Además, los contratistas se desplazan en aviones de la Fuerza Aérea rusa y, si resultan heridos, son desplazados a hospitales reservados para el Ejército ruso, según han informado a Reuters varios testigos, que estiman que este año ha muerto un centenar de personas en estas circunstancias.
Según la legislación rusa, es legal trabajar para contratistas de defensa en terceros países. En 2014, un gran número de rusos se unieron a los separatistas en Ucrania. Según la comunidad internacional, las unidades de rebeldes eran organizadas y armadas por Moscú, que señaló que se trataba de grupos de voluntarios rusos.
Según un rebelde ucraniano, Morozov había participado también en los enfrentamientos en Ucrania. "Si les veo ahora no les reconozco. No tengo ya nada que hablar con ellos. No pueden imaginar otra vida que no sea la guerra. Por eso se van a luchar a Siria", ha manifestado el disidente.