MADRID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
El responsable del ataque del viernes en el centro de Múnich, Ali David Sonboly, de 18 años, entró en una cuenta de Facebook 'hackeando' la contraseña para prometer comida gratis a cualquiera que se presentase en la hamburguesería McDonald's escenario del crimen a las 16:00 horas. La Policía cree que era un entorno que conocía bien, pero no empezó a disparar hasta dos horas después de la cita.
La mayoría de las víctimas eran adolescentes, cinco de ellos de menos de 16 años, tres de menos de 20 años y una mujer de 45 años. Destaca además la nacionalidad de las víctimas, ya que hay tres turcos, tres albaneses de Kosov y un griego.
Sonboy era hijo de refugiados afganos que llegaron a Alemania en la década de 1990. Los vecinos lo consideraban un chico tímido que no dio ningún indicio de comportamiento violento. Durante el registro de la casa de la familia, la Policía ha encontrado recortes de tiroteos y un libro sobre tiroteos en centros educativos estadounidenses titulado 'Por qué matan los menores: dentro de la mente de los pistoleros de escuela'.
Una de las grandes incógnitas que investiga la Policía es cómo Sonboly se hizo con una pistola y abundante munición pese al endurecimiento en los últimos años de la normativa para la posesión de armas en Alemania. Los investigadores intentan determinar el origen de la pistola, que tenía el número de serie borrado. En principio debería ser una pistola desactivada.
"Estaba obsesionado con los tiroteos", ha explicado el jefe de la Policía de Múnich, Hubertus Andrae, y también parecía interesado en el ultraderechista Anders Breivik, responsable del asesinato de 77 jóvenes durante un acto de las juventudes del partido socialista noruego justo cinco años antes del ataque de Sonboly. Un compañero de Sonboly ha asegurado en declaraciones al diario 'Bild' que Sonboly tenía como perfil en su cuenta de WhatsApp una imagen de Breivik.
Un portavoz policial, Peter Beck, ha señaldo que por el momento no saben qué motivó al sospechoso --oficialmente no se ha confirmado su identidad-- pero sostiene que no hay una motivación política clara. Los registros no han revelado conexiones con grupos terroristas y ha apuntado que es "improbable" que haya una motivación de islamismo extremista.