Martin Schulz
KAY NIETFELD/DPA
Actualizado: miércoles, 6 diciembre 2017 14:42


BERLÍN, 6 Dic. (DPA/EP) -

Alemania despejará la incógnita sobre su futuro gobierno a partir de este jueves, día en que arranca en Berlín un congreso federal de tres días del Partido Socialdemócrata (SPD) en el que las bases deberán decidir si dan luz verde al inicio de conversaciones con la canciller, Angela Merkel, para reeditar una gran coalición.

Con una militancia renuente a sellar una nueva alianza con el bloque conservador de la mandataria, el encuentro promete intensos debates, sobre todo entre la juventud socialdemócrata, que se opone de forma categórica a repetir la alianza de Gobierno de los últimos cuatro años.

"No hay nada predeterminado ni ningún automatismo", repite a modo de mantra el líder socialdemócrata, Martin Schulz, quien durante el congreso también se someterá a reelección.

El expresidente del Parlamento Europeo tiene ante sí una tarea complicada, obligado a conjugar los intereses de su partido con la responsabilidad de poner fin a la crisis política sin precedentes que afronta la potencia europea, incapaz de vislumbrar un Ejecutivo dos meses y medio después de las elecciones generales.

En las filas del SPD hay mucha resistencia contra la gran coalición, que les deparó en las elecciones generales de septiembre un revés histórico. Los socialdemócratas anunciaron la misma noche de los comicios que pasarían a la bancada de la oposición y reiteraron el "no" dos semanas atrás, sin descartar la convocatoria de nuevas elecciones.

Sin embargo, la presión ha ido en aumento en los últimos días, después de que se confirmara el fracaso de las conversaciones para formar Gobierno del bloque conservador de Merkel con el partido liberal y Los Verdes.

El presidente federal, el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, sentó el jueves pasado a la mesa a Schulz, Merkel, y a Hosrt Seehofer, de la CSU, y apeló a la responsabilidad de velar por la estabilidad de Alemania y de Europa. También desde el extranjero se alzaron voces pidiendo una nueva gran coalición, entre ellas, la del presidente francés Emmanuel Macron.

QUE DECIDAN LOS MILITANTES

Con este panorama, el SPD ha decidido dejar atrás su negativa categórica para solicitar a su militancia que autorice entablar una primera ronda de contactos con Merkel.

Se trataría de iniciar conversaciones "abiertas" con la formación conservadora en aras de ver qué posibilidades hay de formar un Gobierno estable en el país bien a través de una gran coalición o en forma de un Gobierno en minoría de Merkel pero tolerado por el SPD.

A pesar de que en Alemania es un secreto a voces que los socialdemócratas constituyen el socio menor más cómodo para la "eterna canciller", en el SPD son conscientes de que deben marcar distancias para no volver a ser duramente castigados en las urnas.

De ahí que, días antes de comenzar el congreso federal, Schulz bosquejase varias líneas rojas más allá de las cuales no está dispuesto a volver a fungir como socio menor de la canciller, una condición que le valió el 20,5 por ciento de los votos en las elecciones generales, el peor resultado desde 1949.

Schulz señaló que el SPD quiere imponer la mayor cantidad de postulados de su plataforma electoral en pos de Alemania y una Europa más equitativas.

Entre los puntos que calificó de "esenciales" figuran la creación de un seguro de salud igualitario, la reagrupación familiar de refugiados con estatus temporal, objetivos ambiciosos de protección climática, una jubilación contra la pobreza en la tercera edad y el derecho a volver del empleo de medio tiempo al de tiempo completo.

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