Manifestaciones contra el Gobierno de Sri Lanka, en Colombo.
Manifestaciones contra el Gobierno de Sri Lanka, en Colombo. - PRADEEP DAMBARAGE / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO
Publicado: martes, 9 agosto 2022 16:37


MADRID, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -

Cuando se celebran cuatro meses desde que decenas de miles de personas salieron a las calles de Sri Lanka para protestar contra un gobierno al que lograron sacar del poder, este martes menos de 2.000 personas se han unido a las nuevas manifestaciones convocadas por sindicatos y partidos de la oposición.

Así, algunos de los principales escenarios en los que se produjeron estas multitudinarias protestas meses atrás, como las inmediaciones de la residencia presidencial, apenas han contado este martes con la presencia de pequeños grupos que no sumaban siquiera 150 personas.

Para algunos manifestantes esta poca afluencia se debe a la represión que ejercieron las autoridades durante aquellas protestas, que provocaron finalmente la salida del poder de la omnipresente hasta ahora familia Rajapaksa, que había dirigido la política de la isla desde casi su independencia en 1948.

"La represión y el arresto de manifestantes puede haber disuadido a la gente de salir y mostrar su rechazo al nuevo gobierno", ha señalado una de estas personas en declaraciones a la agencia DPA. Más de un centenar de personas fueron detenidas por participar en los disturbios que se produjeron durante aquellas protestas.

Según la oposición, la designación como presidente de Ranil Wickremesinghe, viejo conocido que ya ocupó el cargo de primer ministro en hasta cinco etapas distintas, no es más que un parche a la mayor crisis a la que se enfrentan los habitantes de la isla desde que rompió sus cadenas con Reino Unido.

Wickremesinghe, quien fue designado presidente por el Parlamento el pasado 20 de julio tras la huida de Gotabaya Rajapaksa, ha dado cierta sensación de estabilidad al país después de abordar la escasez de agua y combustible, principales motivos por los que la población decidió ocupar las calles hace ahora cuatro meses.

Sin embargo, Sri Lanka permanece bajo un estado de emergencia a la espera de resolver esta crisis económica que también ha provocado un aumento de los productos básicos y la electricidad, así como también una escasez de medicinas.

El pasado 9 de abril, los primeros grupos de personas descontentos con la labor del ex primer ministro Mahinda Rajapaksa decidieron acampar frente a su residencia oficial. Un mes después, presentó su renuncia, y ya en junio fue el hasta ese momento ministro de Fianzas, Basil Rajapaksa, quien hizo lo propio.

Ambos son hermanos del expresidente Gotabaya Rajapaksa, quien a pesar de la resistencia mostrada para salir del cargo durante las protestas, finalmente se vio obligado a renunciar y huir a Singapur a principios de julio tras ver como los manifestantes irrumpían en su residencia oficial.

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