El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg (archivo) - -/NATO/dpa
MADRID, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha asegurado este jueves que Estados Unidos seguirá siendo un "fuerte aliado" dentro de la organización militar incluso si el expresidente Donald Trump llega a la Casa Blanca, y ha pedido a los países europeos a no creer en la "profecía" de que el magnate acabará con la Alianza Atlántica.
"Trabajé con él durante cuatro años. Creo que es importante no crear profecías autocumplidas en el sentido de suponer que una nueva Administración en Estados Unidos significará el fin de la OTAN. Esto también preocupaba en 2016. La realidad fue que la OTAN es más fuerte después de cuatro años, con más tropas y más alta preparación", ha expresado durante una entrevista con el diario británico 'The Guardian'.
Stoltenberg ha justificado su opinión en base a que las declaraciones tanto de Trump como de su candidato a vicepresidente, J.D. Vance, no han sido contra la OTAN directamente, sino contra el bajo gasto en Defensa del resto de aliados.
"La razón por la que espero que Estados Unidos siga siendo un aliado fuerte (...) es que la principal crítica de Trump, pero también del candidato a vicepresidente, J.D. Vance, no ha sido principalmente contra la OTAN. Ha sido principalmente contra los aliados de la OTAN que no gastan lo suficiente en Defensa, y eso está cambiando", ha añadido.
En ese sentido, ha afirmado que la estrategia de los miembros de la Alianza debe ser parecida a la de 2016, cuando se sentaron a dialogar con el entonces presidente en una serie de conversaciones en la que se transmitieron algunos "mensajes muy válidos", y que entonces ya prometió no abandonar la OTAN.
La última polémica desatada por Trump respecto a la Alianza Atlántica se produjo tras sugerir que Washington no defendería a los socios de la OTAN que no cumplan sus compromisos de Defensa ante ataques rusos, si bien esta es una cuestión en la que los Aliados han estado trabajando y se prevé que este año hasta 23 de los 32 países miembros alcancen el objetivo de invertir en defensa el 2 por ciento del PIB.