LONDRES 19 May. (EUROPA PRESS) -
Al menos 22 personas han muerto como consecuencia de la ola de violencia contra los inmigrantes extranjeros que viven en Johannesburgo y sus alrededores, según anunció hoy la Policía sudafricana y recoge la cadena británica Sky News. Por su parte, la BBC, que cita fuentes de ONG en el país, habla de al menos 6.000 desplazados por la violencia.
Cientos de extranjeros han buscado refugio en comisarías de Policía e iglesias tras la escalada de violencia la semana pasada, lo que no ha impedido que por ejemplo una iglesia en la que había un millar de zimbabuenses refugiados haya sido atacada, según la BBC.
"En estos momentos algunas pesonas han sido trasladadas al ayuntamiento para que estén seguras, pero otras están todavía huyendo y no saben dónde ir", explicó el portavoz de la Policía, Veli Nhlapo, a la cadena sudafricana SABC.
La mayoría de las víctimas mortales son zimbabuenses, a los que algunos sudafricanos acusan de fomentar la delincuencia en el país y hacerse con los pocos puestos de trabajo que hay. Se estima que en Sudáfrica viven hasta tres millones de zimbabuenses que han huido de la grave situación de pobreza que vive Zimbabue.
Según la SABC, en un incidente dos personas fueron asesinadas y más de dos decenas de chabolas incendiadas en la localidad de Tembisa, próxima a Johannesburgo. Unas 6.000 personas han huido de sus hogares, según la BBC, que cita fuentes de organizaciones humanitarias en el país.
Durante el fin de semana los incidentes violentos se han repetido en Johannesburgo y otras localidades cercanas, obligando a la Policía a recurrir al uso de gases lacrimógenos y de balas recubiertas de goma para dispersar a las turbas de ciudadanos en busca de extranjeros y que saquearon los comercios de estos. "Si volvemos a salir a la calle nos van a matar", declaró un zimbabuense refugiado en una comisaría a la BBC.
"Esta es una situación clásica de refugiados", explicó a la BBC Rachel Cohen, de Médicos sin Fronteras (MSF), mientras que el portavoz de esta ONG, Eric Goemaere, dijo haber tratado "heridas de bala, gente apaleada, víctimas de violación". "La gente está aterrorizada", explicó.
Los ataques xenófobos empezaron hace una semana en la localidad de Alexandra, al norte de Johannesburgo, antes de extenderse al centro de la ciudad y a toda la región de Gauteng. La Policía asegura haber detenido a 200 sospechosos por varios delitos, incluidas violaciones.
El presidente sudafricano, Thabo Mbeki, ha anunciado que creará un equipo de expertos para que investiguen la ola de violencia, mientras que el líder del partido gobernante Congreso Nacional Africano, Jacob Zuma, también ha condenado los ataques. "No podemos permitir que Sudáfrica se haga famosa por la xenofobia", afirmó en Pretoria.