Ibrahim Ghandour, ministro de Asuntos Exteriores de Sudán
MIKE SEGAR / REUTERS
Actualizado: sábado, 3 octubre 2015 3:42

NACIONES UNIDAS 3 Oct. (Reuters/EP) -

El ministro de Asuntos Exteriores de Sudán, Ibrahim Ghandour, ha aprovechado la reunión anual de los 193 países miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para criticar al Tribunal Penal Internacional (TPI), al que acusa de haberse convertido en una herramienta política para atacar a líderes africanos.

La corte, con sede en La Haya, ha acusado al presidente sudanés, Omar Hasán al Bashir, de genocidio y de crímenes contra la humanidad durante su campaña para aplastar la revuelta en la región de Darfur, en el oeste del país. El conflicto de Darfur comenzó en 2003 cuando varias tribus, principalmente no árabes, levantaron las armas contra el Gobierno árabe de Jartum.

Durante su discurso en la Asamblea General de la ONU, Ghandour ha asegurado que "las relaciones entre el Consejo de Seguridad y el Tribunal Penal Internacional (...) han mostrado una y otra vez el flagelo de la politización que lo ha convertido (al TPI) en una herramienta para atacar a líderes africanos".

Entre otros que han sido acusados por el TPI se encuentran Laurent Gbagbo, expresidente de la República de Costa de Marfil, y Muamar Gadafi, último líder de Libia.

Ghandour ha hecho un llamamiento para poner en marcha "un proceso de reforma estructural de Naciones Unidas y del Consejo de Seguridad, de conformidad con el principio de la representación justa y equitativa de todos los países".

"El actual sistema internacional (...) ya no puede lidiar con los desarrollos y con las grandes transformaciones que ocurren en todo el mundo", ha asegurado Ghandour.

El ministro sudanés no ha mencionado específicamente la imputación de Bashir. Por su parte, Ghandour ha asegurado que Sudán ha conseguido "admirables logros" en materia de Derechos Humanos, citando, por ejemplo, el creciente papel de la mujer en la política sudanesa.

Sin embargo, la organización Human Rights Watch (HRW) acusó la semana pasada a una milicia gubernamental de Darfur de haber llevado a cabo asesinatos y violaciones masivas de civiles durante el último año y medio.

VIAJES DE BASHIR

Las masacres en Darfur de hace una década se han reducido, pero la insurgencia continúa y Jartum ha elevado profundamente el conflicto durante el año pasado, según sostienen grupos de Derechos Humanos y altos cargos de la ONU.

Los miembros del TPI están obligados a actuar sobre las órdenes de detención, pero Bashir, que rechaza la autoridad del tribunal, ha conseguido viajar no sólo por África, sino también por Oriente Próximo y otros lugares.

Hace un mes, el presidente chino, Xi Jinping, dio la bienvenida al presidente sudanés en China, definiéndolo como a un "viejo amigo". Pekín, al igual que Washington, no es miembro del TPI. Bashir huyó a Sudáfrica en junio después de que un tribunal emitiera una orden por la que se le prohibía dejar el país mientras esperaba la decisión de una audiencia sobre su posible detención. Pretoria hizo caso omiso de esta orden.

En un principio, Jartum anunció que sería Bashir quien viajaría a Nueva York para asistir a un debate sobre objetivos globales contra la pobreza de la Asamblea General de la ONU, pero finalmente no ha intentado viajar a Estados Unidos.

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