La embajadora sudanesa alerta del potencial de desestabilización para África y Europa de este "grupo terrorista"
MADRID, 9 Nov. (EUROPA PRESS) -
La embajadora de Sudán en España, Maha Ayoub, ha expresado su confianza en que la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca tenga un impacto positivo sobre la situación en el país, sumido desde abril de 2023 en una guerra con las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), al tiempo que ha alertado del potencial de desestabilización que supone este "grupo terrorista" para la región del Sahel e incluso Europa.
"La elección de Trump va a crear un enorme cambio a nivel internacional", ha destacado en un encuentro con periodistas en la Embajada sudanesa en Madrid, antes de argumentar que con la próxima Administración "habrá más interés en lo que está pasando en Sudán", especialmente debido a que Washington "no ha actuado con todo su potencial" durante el mandato de Joe Biden.
"La Administración de Trump tenía una postura diferente respecto a Oriente Próximo y África, una que iba más a favor de nuestros intereses", ha dicho Ayoub, quien encabezó el Departamento para América del Ministerio de Exteriores durante el primer mandato del magnate, entre 2017 y 2021, cargo que mantuvo temporalmente tras la llegada de Biden.
Así, ha recordado que, a raíz del derrocamiento en 2019 de Omar Hasán al Bashir, las autoridades dieron un giro a nivel político, marcado por un acercamiento con Estados Unidos e Israel, llegando a sumarse en 2020 a los 'Acuerdos de Abraham', en los que Emiratos Árabes Unidos (EAU), Bahréin, Marruecos y Sudán establecieron relaciones con el país asiático.
La inclusión de Jartum en estos históricos acuerdos, criticados por la Autoridad Palestina, llegó después de que Trump anunciara que el país sería sacado de la lista de países patrocinadores del terrorismo, en la que estaba desde 1993, tras un pacto para el pago de compensaciones a familiares de víctimas de varios atentados de Al Qaeda.
Ayoub ha hecho hincapié en que "Sudán expresó su buena voluntad para lograr la paz en Oriente Próximo (al dar este paso), dado que en ese momento Sudán estaba interesado en volver a la comunidad internacional y ser un socio en el proceso de paz", un hecho evidenciado en un intercambio de visitas oficiales entre Sudán e Israel.
"El Gobierno israelí es perfectamente consciente de lo que Sudán ha sacrificado para ello", ha argumentado la embajadora, quien ha mostrado su deseo de que se abra un proceso de paz para "discutir la solución de dos Estados" una vez concluyan los conflictos en la Franja de Gaza e Israel. "Esperamos que sea muy pronto", ha manifestado.
RIESGO DE DESESTABILIZACIÓN REGIONAL
Ayoub pedido a la comunidad internacional que adopte una postura más firme para abordar el conflicto, que deja ya unos 8,8 millones de desplazados internos y más de tres millones de refugiados en los países vecinos, según los últimos datos publicados por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
De esta forma, ha incidido en que la guerra se está prolongando debido al "continuo flujo" de apoyo militar, diplomático y logístico a las RSF, especialmente por parte de EAU, que "apoya a la milicia desde el inicio", y Chad, si bien también ha apuntado al papel jugado por Etiopía.
"Creemos que esto tiene que parar. La gente tiene que entender que lo que los mercenarios hacen son actividades criminales", ha sostenido Ayoub, quien ha resaltado que "EAU tiene que rendir cuentas". "Si no estuvieran armando a la milicia, no tendrían acceso a armas muy sofisticadas que han sido confiscadas por el Ejército", ha explicado.
Así, ha detallado que durante los últimos meses se han detectado alrededor de 70 vuelos llegados a Chad con armas, comida y equipamiento, desde donde este material es enviado a través de la frontera para reforzar las capacidades del grupo, lo que ha llevado a Jartum a presentar una "queja formal" ante la ONU.
"Etiopía también está involucrado junto a Chad", ha asegurado, antes de vincular esta situación con las tensiones bilaterales en torno a la Gran Presa del Renacimiento construida por Adís Abeba en el río Nilo Azul. "Es esperable que sus intereses no sean los mismos que los nuestros y quizá les interesa un cambio de régimen en Sudán", ha remarcado.
Por ello, ha señalado que "aunque Sudán está lejos, el Sahel está cerca de España, está muy cerca de Europa". "Esto debería ser importante para Europa, ya que es un asunto que le atañe", ha reiterado, antes de apuntar al peligro derivado del aumento de la criminalidad y el tráfico de personas a causa de las actividades de la milicia.
"Esta milicia no es alguien con quien se puede negociar. No amenaza sólo a Sudán, sino a toda la región del Sahel. Tienen muchas armas, no son un Ejército disciplinado, están vendiendo sus armas, están usándolas para el crimen organizado y afectan a otros países", ha dicho, al tiempo que ha incidido en que esta inseguridad "se expandirá hasta África occidental".
En esta línea, Ayoub ha sostenido que muchos de los "mercenarios" que integran las RSF "ni siquiera son de Sudán", sino "de países de África occidental". "La mayoría no hablan árabe, hablan idiomas que no existen en Sudán. Se unen a la milicia porque es un lugar donde pueden ganar algo de dinero", ha explicado, antes de indicar que "va en interés de Europa abordar este problema y trabajar de cerca con sus aliados", entre ellos Estados Unidos, Arabia Saudí y Egipto.
BLOQUEO A LAS CONVERSACIONES DE PAZ
Por otra parte, Ayoub ha descartado que sea posible reactivar las conversaciones con las RSF debido a sus incumplimientos de los acuerdos alcanzados en mayo de 2023 en la ciudad saudí de Yedá, que impiden que pueda haber contactos si no hay un paso previo por parte del grupo para materializar dichas cláusulas.
"Es muy difícil sentarse con gente que ha estado asesinando y torturando a tu familia. Es muy difícil que la gente olvide estas cosas", ha dicho, antes de afirmar que "las milicias se están atrincherando al cometer más atrocidades". "Al principio de la guerra hubiera sido más fácil (negociar), pero ahora es muy difícil", ha reconocido Ayoub, quien ha dicho que "la comunidad internacional no puede hacer como que la milicia y el Gobierno son iguales".
"No creo que el pueblo sudanés vaya a aceptar que haya negociaciones con la milicia", ha manifestado, si bien ha mostrado su deseo de que la vía militar "no sea la única solución" y ha descartado que por ahora esté sobre la mesa la creación de una coalición internacional para combatir al grupo.
"No sé cómo de efectivas son este tipo de coaliciones internacionales", ha afirmado, antes de recordar que grupos como Estado Islámico, Boko Haram y Al Shabaab "siguen ahí". "Si fuera útil, Sudán lo haría, pero (...) no hemos visto resultados positivos de este tipo de coaliciones internacionales". "No hay un historial de éxito", ha defendido.
Además, ha ensalzado los avances obtenidos por el Ejército en sus recientes ofensivas en Jartum, Jartum Norte y Omdurmán, mayormente en manos de los rebeldes desde el estallido del conflicto. "Están avanzando con firmeza. Despacio, pero avanzan", ha explicado, antes de afirmar que los militares "han cruzado los puentes" sobre el Nilo para reforzar sus posiciones.
Por último, ha denunciado los asesinatos, destrucción y saqueos cometidos por el grupo desde el inicio de la guerra, incluida la venta de patrimonio histórico del país. Durante las últimas semanas, las RSF han intensificado sus matanzas en los estados de Gezira y Darfur, con cientos de civiles asesinados.
"El pueblo sudanés no sólo está perdiendo su presente, ya que somos refugiados. Está perdiendo su futuro, ya que los niños no pueden ir a la escuela y no tiene futuro, y su pasado, su patrimonio", ha argüido. "Es una enorme tragedia", ha apostillado, tras reconocer que Sudán está sumido en "un desastre humanitario sin precedentes".