Sudán del Sur compra dos aviones de combate y gran cantidad de munición, según la ONU

NUEVA YORK 9 Sep. (Reuters/EP) -

El Ejército de Sudán del Sur ha comprado dos aviones de combate y gran cantidad de munición, al tiempo que intenta fabricar balas, mientras que las tropas opositoras no han recibido envíos de armas de relevancia, según un informe confidencial de Naciones Unidas.

Expertos encargados de supervisar las sanciones impuestas por el organismo internacional al país han indicado que las fuerzas gubernamentales están imponiendo "restricciones de movimiento debilitantes" a los 'cascos azules', tal y como ha informado la agencia británica de noticias Reuters.

Asimismo, han advertido de que la economía del país más joven del mundo se ha hundido debido a las políticas del Gobierno, entre las que figura la compra de armas en lugar de la financiación de servicios sociales.

El informe servirá para respaldar los llamamientos a favor de un embargo de armas al país, algo que fue recomendado por los observadores al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en el mes de enero. El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, también ha reclamado este embargo.

"No hay pruebas que sugieran que Sudan del Sur requiera más armas para mantener un ambiente de seguridad estable", han dicho, resaltando que "el continuo flujo de armas (...) contribuye a fomentar la inestabilidad y a alargar el conflicto".

Los observadores han señalado que, si bien Sudán ha entregado armamento ligero, munición y apoyo logístico a los grupos opositores, "no hay pruebas de que Sudán o cualquier otro país vecino haya entregado armamento pesado".

Sin embargo, han recalcado que las tropas gubernamentales han realizado compras militares importantes, entre ellas dos aviones de combate 'L-39'.

"Pese a que el comité ha recibido informaciones preliminares de dos fuentes de que los aviones fueron entregados y pintados en Uganda, no ha sido capaz de confirmar su origen o si han sido comprados o entregados en préstamo", han remachado.

El país se encuentra en un momento delicado después de los enfrentamientos de julio en la capital, Yuba, entre tropas leales al presidente, Salva Kiir, y el líder rebelde y exvicepresidente Riek Marchar, que se saldaron con cerca de 300 muertos.

La comunidad internacional ha urgido a Kiir y Machar a honrar el acuerdo de paz que suscribieron hace justo un año para poner fin a la guerra civil en la nación más joven del mundo.