Sudán del Sur confirma el despliegue de tropas de Uganda ante la crisis política y de seguridad

El partido de Machar suspende su participación en varios mecanismos hasta la liberación de varios de sus altos cargos

MADRID, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Sudán del Sur ha confirmado el despliegue de tropas de Uganda ante la crisis política y de seguridad en la que se ha visto sumido el país africano durante las últimas semanas, días después de negar que Kampala hubiera enviado a estas fuerzas, tal y como había anunciado el jefe del Ejército ugandés, Muhoozi Kainerugaba, quien expresó su apoyo al presidente sursudanés, Salva Kiir.

El ministro de Información de Sudán del Sur, Michael Makuei Lueth, ha indicado que "unidades técnicas y de apoyo" de las Fuerzas Armadas ugandesas están operando en el país en el marco del acuerdo bilateral existente, firmado en un inicio para hacer frente al grupo Ejército de Resistencia del Señor (LRA), encabezado por Joseph Kony, según ha recogido la emisora Radio Yamazuj.

Así, ha sostenido que esta presencia "no es un secreto" y ha argumentado que este tipo de despliegues "tienen lugar en todo el mundo", a pesar de las negativas iniciales de Yuba sobre la presencia de tropas ugandesas en el país. En este sentido, ha recalcado que estas tropas "apoyan a sus hermanos y hermanas en las Fuerzas de Defensa del Pueblo de Sudán del Sur", nombre oficial de las Fuerzas Armadas sursudanesas.

Las palabras de Lueth llegan cerca de una semana después de que el portavoz del Ejército ugandés, Felix Kulayigye, reiterara que Kampala había enviado fuerzas al país para "apoyar al Gobierno de Sudán del Sur ante el aumento de la inseguridad" y recalcó que Yuba había dado su visto bueno, a pesar de negarlo oficialmente. "Si no hubiera acuerdo (entre los dos gobiernos), esto constituiría una invasión", argumentó.

Previamente, Kainerugaba, hijo del presidente de Uganda, Yoweri Museveni, había anunciado el envío de miembros de las fuerzas especiales a Yuba para respaldar a Kiir ante el aumento de las tensiones y el riesgo de colapso del acuerdo de paz firmado en 2018, especialmente a causa de los combates entre el Ejército y una milicia local en Nasir (noreste), situada cerca de la frontera con Etiopía.

Uganda ya desplegó a sus fuerzas en Yuba tras el estallido de la guerra civil en 2013, cuando respaldaron a las tropas leales a Kiir frente a las fuerzas del antiguo líder rebelde y actual vicepresidente primero, Riek Machar. Posteriormente, las desplegaron de nuevo en 2016 ante un repunte de los combates.

SUSPENSIÓN DE TRABAJOS DEL SPLM-IO EN MECANISMOS CONJUNTOS

Sudán del Sur ha sufrido durante los últimos días un repunte de las tensiones a causa de los enfrentamientos en Nasir, hechos que han derivado en la detención de varios políticos cercanos a Machar por supuesta relación con los incidentes, lo que ha llevado al partido del antiguo líder rebelde, el Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán-En Oposición (SPLM-IO), a alertar de un posible fin del acuerdo de paz.

En este sentido, la formación opositora anunció a última hora del lunes que ha suspendido su participación en las reuniones de seguridad, del comité político y del comité de supervisión del alto el fuego hasta que las autoridades liberen a los detenidos, según un comunicado firmado por el vicepresidente del partido, Oyet Nathaniel Pierino, quien es además vicepresidente del Parlamento sursudanés.

Pierino criticó la "detención ilegal" de varios altos cargos del SPLM-IO y el despliegue de tropas ugandesas en el país, antes de argüir que la "congelación" de la participación del partido en dichos mecanismos "tiene efecto inmediato" y hacer responsable al partido de Kiir y "al aparato de seguridad" de Sudán del Sur "de la seguridad y la vida de todos los detenidos".

La crisis tiene lugar después de que el presidente de Sudán del Sur promulgara en septiembre de 2024 una enmienda a la Constitución de 2011 para extender otros dos años el periodo de transición, una medida criticada por la comunidad internacional, que reclamó a Yuba avances para la aplicación de la totalidad del acuerdo de paz de 2018.

Pese al descenso de la violencia por el conflicto político durante los últimos años, el país ha registrado un aumento de los enfrentamientos intercomunitarios y sigue sin materializar algunas de las promesas de transición, incluida la de dar por primera vez a la población el derecho a acudir a las urnas para elegir a sus líderes.