Naciones Unidas y NRC piden que se respete lo pactado por el bien de los sursudaneses tras cinco años de conflicto
MADRID, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
Sudán del Sur lleva cinco años sumido en un conflicto para el que ahora parece haber un final en el horizonte. El Gobierno de Salva Kiir y los grupos rebeldes, con el antiguo vicepresidente Riek Machar a la cabeza, firmaron en septiembre un acuerdo de paz que ahora tanto la ONU como las ONG confían en que se aplique por el bien de los sursudaneses.
"Con la reciente firma del Acuerdo Revitalizado sobre la Resolución del Conflicto en Sudán del Sur, el llamamiento a la paz se ha vuelto cada vez más alto", ha subrayado el coordinador humanitario de la ONU en el país, Alain Noudéhou.
"Hay grandes expectativas de que el acuerdo allane el camino hacia un país próspero y pacífico", ha añadido con motivo del lanzamiento de la petición de por 1.500 millones de dólares con los que se espera atender las necesidades de 5,7 millones de sursudaneses afectados por el conflicto en 2019.
Para el responsable de la ONU, "la puesta en marcha efectiva del plan requerirá de un entorno pacífico en el que las organizaciones humanitarias tengan un acceso continuado, seguro y sin restricciones a las personas necesitadas".
Desde el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC), una de las ONG que trabajan en el país más joven del mundo, también defienden que la paz es una necesidad. "Por cada año que la lucha continúa, la gente se vuelve más vulnerable", ha advertido la directora del NRC en Sudán del Sur, Rehana Zawar.
"LA GENTE ESTÁ DESEOSA DE PAZ"
"Los líderes de las partes en conflicto deben ahora garantizar la plena aplicación y un compromiso serio con el proceso de paz para poner fin a este conflicto brutal", ha defendido, subrayando que en este quinto aniversario "la gente está deseosa de paz y ansiosa por reconstruir sus vidas".
El conflicto que estalló inicialmente entre las fuerzas leales a Kiir y las leales a Machar se ha ido complicando con el paso de los años y la emergencia de otros grupos armados. Tras el fracaso en julio de 2015 de un primer acuerdo de paz, que provocó un duro recrudecimiento de la violencia, existe el temor a que el acuerdo alcanzado en septiembre también termine desmoronándose.
"Lo hemos escuchado en la radio y mis padres dicen que podría llegar la paz", ha confiado a NRC Najema, que a sus 13 años vive con sus padres en un lugar de protección para civiles de la ONU en Yuba desde 2014. "Quiero que llegue la paz para poder volver a casa de forma segura".
GRAVE CRISIS HUMANITARIA
Cinco años de conflicto han sumido al país en una grave crisis humanitaria. "Los efectos acumulados de años de conflicto y violencia contra civiles han destruido las viviendas y los medios de vida de la población", ha resaltado Noudéhou.
El conflicto ha dejado dos millones de desplazados internos dentro del país, mientras que otros 2,5 millones de sursudaneses han buscado refugio en los países vecinos. El país fue escenario de una breve hambruna en 2017 y en la actualidad unos 5,2 millones de personas, casi la mitad de la población, se encuentra en situación de inseguridad alimentaria.
"Con todo eso en mente, pido 1.500 millones de dólares para asistir a 5,7 millones de personas que se han visto afectadas por el conflicto y son las más necesitadas", ha indicado Noudéhou, que ha agradecido a los países donantes que en 2018 han aportado 1.000 millones de dólares para atender las necesidades humanitarias en Sudán del Sur.
El coordinador de la ONU ha indicado que la protección de mujeres y niñas será una de las prioridades de la respuesta humanitaria en 2019. "La violencia sexual sigue siendo un gran problema en Sudán del Sur", ha denunciado.
"Debemos mantener la protección en el centro de todo lo que hacemos", ha insistido, defendiendo la necesidad de que todas las organizaciones "actúen juntas para prevenir y responder a la violencia de género". "Las personas que cometieron estos crímenes también deberían rendir cuentas", ha añadido.