El país podría registrar tasas de desnutrición infantil nunca vistas hasta ahora con las consiguientes muertes
MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
Sudán del Sur está cerca de otra hambruna, según han advertido este lunes las agencias de la ONU, subrayando que más de 7 millones de personas, o lo que es lo mismo casi dos tercios de la población, podrían sufrir una inseguridad alimentaria grave en los próximos meses, mientras el país vive inmerso desde hace más de cuatro años en una guerra civil.
Casi dos tercios de la población necesitarán asistencia alimentaria este año para evitar morir de inanición y la desnutrición mientras las organizaciones humanitarias se preparan para "el año más duro hasta la fecha", han indicado miembros del grupo de trabajo que incluyen a responsables sursudaneses y de la ONU.
"La situación es extremadamente frágil y estamos cerca de ver otra hambruna. Las proyecciones son duras. Si las ignoramos, nos enfrentaremos con una creciente tragedia", ha advertido el representante de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Sudán del Sur, Serge Tissot.
Un total de 5,3 millones de personas, el 48 por ciento de la población, se encuentran ya en "crisis" o "emergencia" --fases tres y cuatro de un nivel de cinco-- según el estudio publicado por el grupo de trabajo.
El país, rico en petróleo, lleva sumido en una guerra civil desde diciembre de 2013, dos años después de su independencia, que enfrenta a las tropas leales al presidente, Salva Kiir, y los partidarios de su antiguo vicepresidente Riek Machar, aunque en los últimos tiempos han surgido nuevos grupos armados.
Desde entonces, más de 4 millones de sursudaneses se han visto obligados a abandonar sus casas, algo más de dos millones de ellos han buscado refugio en los países vecinos, creando la mayor crisis de refugiados desde el genocidio de Ruanda en 1994.
EL AÑO MÁS DURO HASTA LA FECHA
La ONU declaró la hambruna en dos distritos en febrero de 2017, pero anunció que la crisis había remitido en junio pasado. "Esperamos enfrentarnos al año más duro hasta la fecha", ha reconocido el coordinador humanitario de la ONU en el país, Alain Noudehou, en rueda de prensa en Yuba, según Reuters. Los registros para el país se remontan a su independencia.
Según el último informe de Clasificación de Seguridad Alimentaria Integrada (IPC), 5,3 millones de personas se encuentran en situación de crisis y emergencia, siendo estas últimas un millón. Esta cifra, que supone el 48 por ciento de la población total, supone un aumento del 40 por ciento con respecto a los datos de febrero de 2017.
De acuerdo con este documento, si se mantienen los factores que provocan la inseguridad alimentaria, principalmente el conflicto, y no llega la ayuda humanitaria, "existe un riesgo elevado de hambruna en zonas donde grandes poblaciones ya están experimentando una grave inseguridad alimentaria".
Según han advertido la FAO, UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el periodo de mayor riesgo será la temporada de carestía entre mayo y julio y en concreto hay 155.000 personas, de las que 29.000 son niños, en un riesgo mayor.
Las agencias de la ONU han subrayado que los avances logrados en 2017 para evitar que la hambruna se extendiera podrían revertirse a menos que se mantengan el acceso y la ayuda. En este sentido, el representante de la FAO ha incidido en la necesidad de que "los agricultores reciban apoyo para reanudar sus medios de subsistencia" ya que con ello se aumentará la producción local.
"La situación empeora con cada año de conflicto, a medida que más gente pierde lo poco que tenía", ha incidido por su parte el representante del PMA en el país, Adnan Khan. "Estamos preocupados porque se espera que este año la temporada de escasez, cuando se agotan las cosechas, comience mucho antes de lo normal", ha señalado.
"Si no somos capaces de tener ayuda preparada previamente, en vez de tener que organizar una respuesta más costosa durante las lluvias, más familias tendrán que luchar por sobrevivir", ha alertado. Según las agencias de la ONU, en algunas zonas como Unidad, Jonglei, Alto Nilo y Equatoria Central, la proporción de gente que sufre inseguridad alimentaria extrema está entre el 52 por ciento y el 62 por ciento.
TASAS DE DESNUTRICIÓN NUNCA VISTAS
Como consecuencia de todo ello, las tasas de desnutrición han aumentado y se espera que de ahora a mayo más de 1,3 millones de niños menores de cinco años estarán en riesgo de desnutrición aguda. Con el inicio de la temporada de lluvia en abril, se espera que la situación empeore ya que algunas comunidades quedarán aisladas y sin opciones de llegar a servicios médicos.
"Estamos preparándonos para ver tasas de desnutrición grave entre los niños nunca antes vistas en este país", ha reconocido el representante de UNICEF en Sudán del Sur, Mahimbo Mdoe. "Si no se da acceso y una respuesta urgente a quienes más la necesitan, muchos niños morirán. No podemos dejar que eso ocurra", ha reivindicado.