Sudán del Sur pide a desplazados y refugiados que vuelvan a sus hogares o se reasienten en la capital

MADRID, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, ha pedido a los desplazados internos y refugiados que residen en campamentos que regresen a sus hogares o se reasienten en la capital, Yuba, antes de prometer que las autoridades garantizarán la seguridad de los que vuelvan a los hogares que abandonaron a causa del conflicto y la violencia.

"El Gobierno dará seguridad y trabajará junto a socios para organizar la logística necesaria sobre un reasentamiento exitoso para los que opten por volver a sus áreas habituales de residencia", ha dicho durante un encuentro con representantes de los desplazados y refugiados en Yuba.

"Sobre los que no pueden volver a sus áreas de residencia, hemos hablado con las autoridades de los estados en los que hay campamentos de desplazados para destinar tierras para reasentarles (en Yuba). Estos terrenos, cuando sean designados, serán entregados sólo a los desplazados internos", ha explicado.

Asimismo, ha pedido a la comunidad internacional que apoye a las autoridades en estos programas de reintegración y reasentamientos y ha manifestado que "alrededor de 2,3 millones" de sursudaneses viven en campamentos de refugiados en países vecinos, según ha recogido la emisora Radio Tamazuj.

Kiir ha defendido que "con el avance de la aplicación del acuerdo de paz hacia su fase final, en la que las elecciones pondrán fin al periodo de transición, repatriar a los conciudadanos de los campamentos en los países vecinos debe ser uno de los principales puntos de la agenda".

Las declaraciones del mandatario sursudanés han llegado cerca de una semana después de que Naciones Unidas alertara del "drástico aumento" de la violencia en Sudán del Sur durante el último trimestre de 2022, un periodo en el que murieron 450 personas, lo que representa un aumento del 87 por ciento de los civiles afectados respecto al mismo periodo en 2021.

Sudán del Sur cuenta con un Gobierno de unidad que echó a andar tras la materialización del acuerdo de paz de 2018. Pese al descenso de la violencia por el conflicto político, el país ha registrado un aumento de los enfrentamientos intercomunitarios, motivados principalmente por el robo de ganado y las disputas entre pastores y agricultores en las zonas más fértiles del país, especialmente a causa del aumento de la desertificación y el desplazamiento de poblaciones.