MADRID 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los niveles de inseguridad alimentaria continúan aumentando en Sudán del Sur, donde al menos un tercio de la población necesita asistencia humanitaria, según ha denunciado la Red de Sistemas de Alerta Temprana contra la Hambruna (RSATCH), que ha alertado de que la inseguridad en el país podría provocar que se declare el estado de hambruna en 2017.
El bloqueo del comercio, la agricultura y el acceso a la ayuda podría provocar que la emergencia alcance la fase 5, considerada como catástrofe o hambruna según el referente internacional, lo que supondría una alta tasa de mortalidad.
En el estado de Unidad, en el norte del país, las familias sufren una extrema escasez de alimentos, según un informe de la RSATCH recogido por la web humanitaria de la ONU ReliefWeb, que ha destacado la necesidad de poner en marcha una serie de medidas para acabar con el conflicto y aumentar la distribución de asistencia en 2017.
Desde que se reanudaron los enfrentamientos en julio de 2016, la violencia ha aumentado, especialmente en la región de Equatoria. Más de 450.000 personas han abandonado el país desde entonces, lo que ha provocado un aumento del número de refugiados, que gira ahora en torno a 1 millón de personas.
El país cuenta con 2 millones de desplazados internos, según ha informado la RSATCH, que ha manifestado que el acceso a los alimentos ha disminuido en gran parte del país a medida que se ha registrado un aumento de la violencia. La producción y las cosechas se encuentran bajo mínimos en algunas áreas de Equatoria.
La situación económica y la inseguridad en las principales rutas comerciales han restringido el crecimiento de la economía sursudanesa. La escasez de alimentos en los mercados han elevado significativamente el precio de los mismos, según la RSATCH.
Todas las regiones de Sudán del Sur se encuentran en una situación de alerta y requieren asistencia humanitaria. Algunas zonas registran una emergencia en fase 4, donde al menos 675.000 personas corren un grave peligro de sufrir hambruna, especialmente los niños, que se enfrentan a un alto nivel de malnutrición y mortalidad.