BRUSELAS, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores sueco, Carl Bildt, ha advertido este lunes de que el cierre del estrecho de Ormuz sería "profundamente contraproducente" y "perjudicaría más" a Irán que a la Unión Europea y ha dejado claro que "solo con sanciones" la Unión Europea no conseguirá resolver el contencioso nuclear iraní.
"Sería profundamente contraproducente. Les perjudicaría a ellos más que a nosotros", ha recalcado el jefe de la diplomacia sueca en declaraciones a la prensa a su llegada a la reunión de ministros de Exteriores de la UE en la que esperan acordar un embargo al petróleo iraní pese a las resistencias de Grecia e imponer también sanciones contra el Banco Central iraní.
Bildt ha reconocido que los embajadores de los Veintisiete no han logrado esta mañana cerrar un acuerdo para imponer el embargo al petróleo iraní porque "quedan algunas cuestiones abiertas", aunque no ha precisado si el escollo sigue siendo el periodo de gracia para poner fin a los contratos petroleros con Irán existentes a partir del 1 de julio. El Gobierno de Atenas ha pedido en reuniones anteriores retrasar este plazo hasta octubre para buscar proveedores alternativos.
El jefe de la diplomacia sueca ha reconocido que los Veintisiete discutirán "qué podemos hacer para ayudar a los griegos y otros" que son más dependientes del crudo iraní y que están en una situación económica "muy sensible". "Tenemos que escucharles", ha insistido, sobre los griegos.
En todo caso, Bildt ha reclamado que la Unión Europea se implique con Irán porque "solo con sanciones" el conflicto nuclear no se resolverá, e impulse "una diplomacia de implicación sostenible". "Muy pocos creen que las sanciones exclusivamente sean la respuesta", ha recalcado, insistiendo además en que "nadie tiene interés en una escalada hacia la confrontación bélica" con Irán.
Los Veintisiete tratarán de superar las reservas de Grecia al embargo introduciendo "una cláusula de revisión" para evaluar el impacto del embargo "no más tarde del 1 de mayo", según fuentes europeas que han reconocido que España e Italia ya han levantado sus reservas al embargo de crudo iraní y sólo quedan vencer las resistencias de Atenas.
Además de la elevada dependencia del crudo iraní, el Gobierno de Atenas teme que proveedores alternativos aumenten la factura del petróleo teniendo en cuenta las condiciones muy favorables que le ofrece Irán y su ya de por sí delicada situación financiera.
Grecia tiene de plazo 60 días para pagar el crudo iraní sin necesidad de avales financieros, algo que fuentes diplomáticas admiten que será "muy difícil" de mantener con otros proveedores del Golfo Pérsico que como Arabia Saudí han indicado que estarían dispuestos a suplir la demanda. "No habrá respuesta a esto el lunes", han reconocido fuentes europeas.