El fiscal dice que la investigación ha llegado hasta donde ha podido y apunta como sospechoso a un hombre que se presentó como testigo
MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
El fiscal general de Suecia, Krister Petersson, ha anunciado este viernes el archivo de la investigación sobre el asesinato el 28 de febrero de 1986 del entonces primer ministro del país, Olof Palme, por haber fallecido el principal sospechoso de haber cometido el magnicidio, ha informado el periódico 'The Local'.
El fiscal general ha dicho que Stig Engström, también conocido como 'el hombre de Skandia', era el principal sospechoso de haber asesinado a Palme cuando paseaba por la calle más transitada de Estocolmo y ha avanzado que, al haber fallecido en el año 2000, la investigación tiene que cerrarse, tras 34 años de indagaciones sin éxito.
El fiscal general de Suecia ha realizado este anuncio en una rueda de prensa que ha dado de forma virtual por las restricciones derivadas de la pandemia del nuevo coronavirus. Engström trabajaba para la compañía de seguros Skandia, cuya sede se encontraba cerca del lugar en que fue asesinado Palme, en el centro de Estocolmo.
Fue interrogado como testigo en los primeros días de la investigación pero solo emergió como potencial sospechoso hace unos años. Murió en 2000, por lo que no puede ser imputado por el magnicidio, lo que ha llevado a la Fiscalía General a decidir el cierre de las pesquisas, según ha contado Petersson.
"Creo que hemos llegado tan lejos como se puede pedir", ha afirmado el fiscal general. "Al estar muerto, no puedo presentar cargos contra él o entrevistarlo. Por eso he decidido cerrar la investigación preliminar", ha señalado.
Petersson afirmó semanas antes que esperaba poder presentar cargos contra un sospechoso antes del verano o procedería con el cierre de las indagaciones.
EL PRINCIPAL SOSPECHOSO, STIG ENGSTRÖM, MURIÓ EN 2000
Engström trabajaba como diseñador gráfico en la compañía aseguradora Skandia, que tenía su oficina cerca del lugar del asesinato. El fiscal ha dicho que se quedó a trabajar hasta tarde en la noche que fue asesinado el primer ministro. Además, ha confirmado que no se ha encontrado el arma del crimen.
En este sentido, ha dicho que Engström estaba acostumbrado a usar pistolas y que era miembro de un club de tiro, además de que tenía un amigo que coleccionaba armas. "Pero no podemos ponerle una pistola en su mano", ha añadido.
Varios testigos situaron a Engström en el lugar del crimen y recordaron cómo iba vestido en ese momento. Además, Engström llamó a la Policía para dar una descripción del supuesto autor del asesinato, que era distinta a la ofrecida por otros testigos.
"La información sugiere claramente que estaba en el lugar de los hechos pero en un papel completamente distinto al que él quiso transmitir", ha afirmado. En una entrevista en televisión poco después del asesinato, Engström se presentó como un testigo del asesinato.
El fiscal Petersson ha dicho que no puede dar detalles sobre los motivos que habrían llevado a Engström a asesinar a Palme aunque ha recordado que frecuentaba círculos muy críticos con el entonces primer ministro.
El magnicidio conmovió a Suecia y provocó una intensa campaña de búsqueda del autor del crimen. La investigación, sin embargo, se vio empañada por errores que se sucedieron desde los primeros momentos. "No hemos podido encontrar sustento para una conspiración", ha dicho el fiscal general de Suecia. "No podemos soslayar a Engström como sospechoso", ha añadido.
Petersson ha apuntado que si, la Policía hubiera estado más activa hace 34 años, Engström habría sido una persona de interés para la investigación y que las pruebas habrían sido suficientes para proceder a arrestarlo.
MÁS DE 130 PERSONAS SE DECLARARON RESPONSABLES DEL MAGNICIDIO
Desde el asesinato en 1986, los investigadores han barajado muchos escenarios distintos y cerca de 130 personas se han declarado responsables del magnicidio. Palme fue líder del Partido Socialdemócrata de Suecia desde 1969 hasta su asesinato y fue primer ministro de 1969 a 1976 y, en una segunda etapa, desde 1982 hasta que fue abatido en Estocolmo.
Petersson ha liderado la investigación desde 2017 y ha comparecido este miércoles acompañado por Hans Melander, jefe del equipo policial que ha investigado los hechos. Melander ha contado que han sido entrevistadas más de 10.000 personas en los últimos años en el marco de la investigación.
Melander ha dicho que las pesquisas han incluido el análisis de 788 pistolas y que el Instituto Forense Nacional de Suecia ha llegado a la conclusión de que es "muy difícil y quizá imposible" vincular un arma a las dos balas encontradas, que estaban muy dañadas, según informa DPA.
Petersson ha argumentado que las pruebas forenses son prácticamente las mismas que existían en 1986 y ha apuntado que algunos medios de comunicación podrían haber influido con sus informaciones en la percepción de los testigos sobre lo que recuerdan que presenciaron.
Entre otras hipótesis, la Policía ha investigado si el asesinato fue cometido por miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) o si estuvo implicado algún servicio secreto, incluido el de Sudáfrica, el plena época del régimen del 'Apartheid'. Palme fue muy crítico con el Gobierno sudafricano y apoyó al Congreso Nacional Africano (ANC), el partido de Nelson Mandela, entonces todavía en prisión.
La viuda de Palme, Lisbet, que murió en 2018, creía que fue asesinado por un delincuente común. En su momento, señaló a un hombre en una rueda de identificación como autor del asesinato. Ese hombre, Christer Pettersson, fue condenado por asesinato en julio de 1989 pero posteriormente quedó absuelto tras recurrir la sentencia y murió en 2004.
Años después, Suecia volvió a verse conmocionada por el apulañamiento que acabó con la vida en 2003 de la entonces ministra de Asuntos Exteriores, Anna Lindh. El crimen volvió a traer a la memoria el asesinato de Palme.
Mijailo Mijailovic, un sueco de origen serbio, fue condenado por el asesinato de la ministra en 2004 y el fiscal de ese caso fue el mismo que ahora cierra la investigación sobre el asesinato de Palme, Krister Petersson.
El carismático primer ministro socialdemócrata murió víctima de un disparo en la espalda que recibió el 28 de febrero de 1986 cuando paseaba por la calle más transitada de Estocolmo tras haber salido de un cine con su esposa, que también resultó herida de bala.
El autor de los disparos huyó del lugar con el arma del crimen. A pesar de que han sido interrogadas más de 10.000 personas y de que 130 personas se reivindicaron como responsables del magnicidio, el caso se queda sin resolver.
LOFVEN ESPERA QUE "LA HERIDA PUEDA AHORA CURARSE"
Tras conocer la decisión de la Fiscalía, el primer ministro sueco, Stefan Lofven, ha dicho que confía en que el archivo de las indagaciones suponga el "cierre" de un caso de asesinato que ha sido "una herida" para Suecia. "Mi esperanza más sincera es que la herida pueda ahora curarse", ha señalado. "La mejor forma de cerrarlo habría sido una condena", ha añadido, antes de dejar claro que el Gobierno "no aprueba veredictos" ni "revisa la decisión del fiscal".
Por su parte, la familia de Palme ha afirmado que acepta la decisión del fiscal de cerrar la investigación aunque ha lamentado que no haya pruebas concluyentes para esclarecer el crimen. En un comunicado, Joakim, Marten y Mattias Palme han dicho que las declaraciones del fiscal sobre los testigos y las pruebas en el lugar del asesinato son "convincentes" y se han mostrado "decepcionados" por la falta de pruebas forenses "concluyentes".
Marten Palme, que estaba en el mismo cine que sus padres la noche en que fue asesinado su progenitor, ha declarado a Radio Suecia que cree que Engström fue quien mató a su padre y que está "indignado" por el hecho de que las investigaciones iniciales fueran "tan pobres".