Archivo - El primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, junto al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg
Archivo - El primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, junto al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg - -/NATO/dpa - Archivo
Actualizado: jueves, 7 marzo 2024 21:12

BRUSELAS, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

Suecia se ha convertido este jueves en nuevo miembro de la OTAN tras finalizar todos los trámites para su integración en la organización militar, una vez Hungría ha depositado el protocolo de adhesión en Washington. Culmina así un proceso que se presumía 'exprés', pero que ha llevado finalmente 22 meses por las reticencias de Turquía y Hungría.

El Departamento de Estado de Estados Unidos ha confirmado que "se cumplieron las condiciones de entrada" para la adhesión de Suecia a la OTAN tras el paso dado por Budapest, al que sigue el propio protocolo del país candidato, en este caso Suecia que se convierte en el 32º aliado de la organización.

Estocolmo se une así a sus vecinos finlandeses que ingresaron en la OTAN hace ahora 11 meses y después de que ambos presentaran su solicitud de adhesión en mayo de 2022, tan solo unos meses después de la invasión rusa de Ucrania. De esta forma suecos y finlandeses culminan un giro inédito en su política de neutralidad de los últimos dos siglos, en respuesta directa a la creciente amenaza que representa Moscú en la seguridad internacional tras el ataque lanzado contra Ucrania

En un acto conjunto en Washington, el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, ha hecho entrega del instrumento de adhesión de Suecia al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien ha subrayado que con la entrada del país escandinavo la OTAN "es más fuerte y más grande que nunca".

Tras reconocer que hace solo tres años la adhesión de Suecia "no estaba prevista, ni era previsible", Blinken ha recalcado que este paso es el "ejemplo más claro" de que el presidente ruso, Vladimir Putin, está "precipitando con su agresión lo que quería evitar", en referencia a la expansión de la OTAN.

Blinken ha tenido palabras de reconocimiento a la "determinación y la diplomacia" de Estocolmo y al trabajo del secretario general, Jens Stoltenberg, para finalizar 22 meses después el proceso de ingreso en la OTAN y ha resumido que con esta adhesión la OTAN "fortifica" su escudo contra agresión externas.

KRISTERSSON DEFIENDE LA DECISIÓN "LIBRE Y DEMOCRÁTICA" DE SUECIA

De lado del ya 32º aliado de la OTAN, Kristersson ha subrayado que el ingreso de Suecia en el bloque militar es una "victoria de la libertad". "Suecia ha tomado una decisión de forma libre, democrática, soberana, unidad al sumarse a la OTAN", ha dicho reiterando el apoyo "abrumador" en el Parlamento y la sociedad sueca al ingreso en la alianza.

El primer ministro escandinavo ha reconocido el "enorme paso" que supone dejar atrás dos siglos de no alineamiento pero ha subrayado que unirse a la OTAN es un "paso natural" para Estocolmo ya que pasará a formar parte de una alianza que es "la casa de la libertad y la paz" y en la que ya se encuentran países cercanos a Suecia tanto geográficamente como en valores.

Kristersson ha reconocido que la amenaza rusa a la seguridad internacional provocó la solicitud de ingreso en la OTAN de Suecia y seguirá estando presente los años venideros. "Suecia pidió el ingreso en este contexto. Para ganar seguridad pero también para proveerla y tenemos medios únicos para contribuir en el medio terrestre, marítimo y aéreo", ha señalado.

PROCESO DE ADHESIÓN MARCADO POR OBSTÁCULOS DE TURQUÍA

Después de la integración formal de Suecia como miembro de la OTAN está previsto que el lunes en la sede de la alianza atlántica en Bruselas se celebre una ceremonia de izado de bandera, acto con el que los aliados dan tradicionalmente la bienvenida a los nuevos miembros.

Pese a que en un primer momento la organización militar preveía una adhesión 'exprés' de Suecia y Finlandia y se apuntaba que su incorporación podría culminarse en tan solo unos meses, para finales de 2022 o principios de 2023, ambos candidatos nórdicos han tenido que lidiar con las reticencias del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que ha demorado durante meses la entrada en la OTAN alegando falta de cooperación en materia antiterrorista y una supuesta connivencia con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

De esta forma, a la aprobación política de los aliados, que llegó en unas pocas semanas le siguió el proceso de ratificación que se demostró como el paso más complejo al ser un procedimiento burocrático que depende en muchos casos de trámites en los parlamentos nacionales.

La cumbre de líderes de la OTAN en Madrid llamada a servir de escenario para escenificar la bienvenida a suecos y finlandeses se convirtió en junio de 2022 en el marco en el que el presidente turco destapó sus cartas logrando un acuerdo tripartito en el que Suecia y Finlandia se comprometían a cooperar con Ankara en materia de lucha contra el terrorismo para desbloquear la tramitación de la adhesión en el Parlamento turco.

Tras meses de tira y afloja, incluyendo la crisis por la quema de copias del Corán en distintos países nórdicos, y varios viajes del secretario general de la OTAN a Ankara para defender los avances de Suecia y Finlandia ante las "preocupaciones legítimas" turcas en materia de seguridad, Turquía despejó el veto sobre Finlandia en abril de 2023, permitiendo su ingreso en el bloque militar entonces, pero dejando la candidatura de Suecia pendiente de más reformas.

En otro acuerdo 'in extremis' en la víspera de la cumbre de líderes de la OTAN en Lituania el pasado julio, Erdogan aceptó desbloquear la ratificación de la adhesión de Suecia y llevarla a la Gran Asamblea Nacional turca "lo antes posible" para su votación parlamentaria, en lo que parecía el último obstáculo al ingreso de Estocolmo. En todo caso, este paso no se materializó hasta el pasado enero, cuando finalmente los diputados turcos reunidos en la Asamblea dieron el visto bueno a ratificar el ingreso en el bloque militar.

Una vez retirada la traba de Turquía quedaba por delante el visto bueno de Hungría, país que oficialmente no presentó grandes reticencias al ingreso de Suecia y que en todo momento defendió que no sería el último aliado en dar 'luz verde'. Un mes después de la aprobación turca y tras conseguir que el primer ministro sueco viajara a Budapest para cerrar un acuerdo de venta de cazas de combate de fabricación sueca, el Parlamento nacional magiar aprobó a finales de febrero la ratificación de Estocolmo.

En estos 22 meses, Stoltenberg, que vive sus últimos meses al frente de la OTAN, ha sido un gran defensor de la entrada de Suecia en el bloque apuntando que beneficiaría a la alianza en su conjunto y haría más fuerte a la OTAN. El dirigente nórdico ha defendido el compromiso de Suecia y Finlandia para entrar en la organización y reconocido el paso histórico de ambos. Durante la década de Stoltenberg como jefe político de la OTAN, además de Suecia y Finlandia, se han incorporado Montenegro, en 2017, y Macedonia del Norte, en 2020.

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