MADRID 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los servicios de seguridad iraníes interceptaron en verano del año pasado datos relativos a la red de telecomunicaciones de Suecia y enviaron miles de mensajes de texto para clamar venganza contra las personas que quemasen de ejemplares del Corán, en un aparente intento por alentar el caos social, según una operación destapada este martes por la Fiscalía sueca.
Las pesquisas han demostrado que una red se hizo con el control de un servicio de SMS para enviar el 1 de agosto de 2023 unos 15.000 mensajes. En este texto, el remitente, un supuesto grupo de nombre 'Anzu', abogaba por perseguir a quienes "insultasen" al libro sagrado de los musulmanes, según la Fiscalía con vistas a aumentar la polarización.
Las pistas han llevado hasta la Guardia Revolucionaria iraní, sospechoso recurrente de este tipo de acciones, si bien desde Teherán siempre han negado las injerencias digitales que suelen atribuirles potencias occidentales. Los hechos examinados coinciden además con el debate abierto por la incorporación de Suecia a la OTAN.
El Servicio de Seguridad (SAPO) sueco también ha apuntado a Irán y su director, Fredrik Hallström, ha explicado en un comunicado que el objetivo era "mostrar una imagen de Suecia como país islamófobo y crear división en la sociedad". "Nos tomamos muy en serio las acciones que ponen en riesgo la seguridad", ha advertido, en un mensaje en el que ha reconocido que algunos países se sirven de herramientas informáticas para imponer su agenda política.
La investigación preliminar está ya cerrada, dado que las autoridades suecas han asumido que no se dan condiciones para llevar a cabo un proceso judicial en otro país o plantear a Irán posibles extradiciones. No obstante, los principales organismos no han descartado reabrir las pesquisas, habida cuenta de que los delitos detectados no han prescrito.