MADRID 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
El sultán Ibrahim Iskandar, del estado sureño de Johor, ha sido proclamado este miércoles el cargo como nuevo rey de Malasia para los próximos cinco años, tres meses después de que las familias reales lo eligieran para ocupar el trono.
Así, se ha convertido en el 17 monarca de Malasia y en el segundo procedente de Johor, un cargo fundamentalmente ceremonial aunque dotado de una gran influencia en el país asiático, especialmente ante la creciente inestabilidad política.
El sultán ha asumido el cargo durante una ceremonia tradicional en el palacio nacional de Kuala Lumpur, la capital del país. "Con este juramento, afirmo solemnemente que seré fiel y gobernaré con justicia y de acuerdo a las leyes y la Constitución de Malasia", ha dicho, según han recogido medios locales.
En este sentido, el sultán Nazrin Muizzuddin ha sido elegido como 'número dos' de cara al próximo lustro. A la ceremonia han acudido varios altos cargos del Gobierno malasio, incluido el primer ministro, Anwar Ibrahim.
En Malasia, los jefes de las nueve familias reales se turnan para ocupar el cargo durante un mandato de cinco años, si bien el país tiene una monarquía parlamentaria. El nuevo rey, de 65 años, sucederá en el trono al suldán Abudlá Ahmad, que accedió al cargo en 2019 tras la abdicación del suldán Muhamad V de Kelantan, que ostentó el cargo tan solo tres años.
A diferencia de otros gobernantes tradicionales de Malasia, el sultán Ibrahim ha hablado abiertamente de política y ha dicho que mantiene una buena relación con el primer ministro del país, según informaciones del diario 'The Straits Times'.
Conocido por su gran colección de coches y motos de lujo, tiene amplios intereses empresariales, que van desde el sector inmobiliario a la minería. La Constitución de Malasia sólo concede al monarca unos pocos poderes discrecionales y el rey debe actuar en gran medida siguiendo los consejos del primer ministro y el Gabinete.