La oposición laborista británica apoyará el conocido como Marco de Windsor
BRUSELAS, 27 (EUROPA PRESS)
El primer ministro británico, Rishi Sunak, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, han anunciado este lunes un acuerdo "histórico" con el que pasar página a dos años de tensiones por el protocolo de Irlanda del Norte pactado como parte del divorcio del Brexit pero que Londres se negaba a aplicar por la complejidad y costes que acarreaba su cumplimiento en la provincia norirlandesa.
"Me alegra informar de que hemos dado un paso decisivo, juntos hemos cambiado el Protocolo original y hoy anunciamos el nuevo 'marco de Windsor'", ha proclamado Sunak en una rueda de prensa organizada precisamente en el mismo Castillo de Windsor, en la que ha comparecido junto a Von der Leyen tras compartir ambos un almuerzo de trabajo de dos horas.
La UE tenía entre sus líneas rojas la reapertura del protocolo, que defiende no es negociable, pero sí estaba dispuesta a flexibilizar disposiciones para rebajar la burocracia y simplificar su aplicación, siempre dentro del marco cerrado en los acuerdos de divorcio hace dos años.
El resultado, según fuentes comunitarias, supone un "equilibrio" entre la flexibilidad requerida por los británicos y las salvaguardas necesarias para "preservar" el Mercado Único europeo, ya que las modificaciones afectan a cuestiones tan dispares como el intercambio de datos y el control aduanero, así como a reglas fitosanitarias, comercio de medicamentos, tránsito de mascotas, IVA e impuestos especiales o ayudas públicas.
En su comparecencia ante los medios, Sunak ha insistido en que los cambios permitirán un "comercio fluido" entre Irlanda del Norte y el resto de Reino Unido y protegerán la "soberanía" británica, al tiempo que garantiza que no se volverá a una frontera "dura" que hiciera peligrar los acuerdos de paz de Viernes Santo.
"Creo que lo acordado hoy es algo histórico", ha dicho por su parte la jefa del Ejecutivo comunitario, quien ha incidido en que el acuerdo de principios protege los intereses de los dos mercados y establece también "fuertes salvaguardas", al tiempo que ha dejado claro que el Tribunal de Justicia de la UE seguirá teniendo "la única y última palabra" sobre las cuestiones que afecten a normas comunitarias.
En este contexto, una de las novedades clave para Londres es la creación de un freno de emergencia que el Parlamento norirlandés podrá activar para solicitar al Gobierno británico que vete la aplicación en la provincia de disposiciones de reformas en las normas europeas que se deben aplicar en Irlanda del Norte de acuerdo a lo pactado en el protocolo.
Este "freno de Stormont", en referencia a la Asamblea norirlandesa, no obstante, necesitará el apoyo de al menos 30 voces de ese parlamento para forzar a Londres y sólo podrá utilizarse en situaciones muy excepcionales en las que las reformas o nuevas leyes de la UE puedan tener un impacto "significativo y duradero" en el día a día de las comunidades de Irlanda del Norte. Será así un mecanismo de último recurso, apuntan fuentes comunitarias, ante el que el bloque comunitario podrá responder con restricciones.
El encaje para Irlanda del Norte en las relaciones con la Unión Europea no sólo supone el fin de esta disputa sino que allana también las conversaciones sobre otro de los flecos que siguen abiertos entre Londres y Bruselas desde el Brexit: el estatus de Gibraltar con respecto al bloque comunitario.
Supone también recuperar la confianza dañada en los últimos años y pensar en el nuevo marco de relaciones futuras, así como en mejorar la cooperación en el contexto geopolítico internacional. "Espero reforzar conjuntamente nuestra cooperación en Política Exterior y Seguridad", ha escrito en redes sociales el Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell.
Tras dos años de desencuentros de la Unión Europea y los anteriores gobiernos británicos para desbloquear esta crisis, el relevo que tomó Sunak de Boris Johnson al frente de Downing Street a finales de pasado año permitió el acercamiento entre Londres y Bruselas y la reactivación de las negociaciones para diseñar "soluciones pragmáticas".
El pacto alcanzado entre Sunak y Von der Leyen necesita aún superar el juicio tanto del Parlamento británico como del bloque comunitario, aunque del lado europeo sólo tres leyes deberán cumplir el procedimiento colegislativo mientras que el resto, el grueso de los cambios, dependen sólo del respaldo del Consejo.
El vicepresidente del Ejecutivo comunitario, que ha liderado las negociaciones, Maros Sefcovic, se reunirá con los embajadores de los 27 en Bruselas para trasladarles los detalles de las últimas conversaciones.
SUNAK EN WESTMINSTER
Apenas unas horas después del anuncio oficial del acuerdo, Sunak ha realizado su primera defensa del mismo en la Cámara de los Comunes, donde ha destacado que "acaba definitivamente con cualquier sensación de frontera en el mar de Irlanda".
Sunak ha enumerado los "tres grandes avances" de este acuerdo: "Las mercancías destinadas a Irlanda del Norte viajarán por un carril verde y habrá un carril rojo para las que puedan ser enviadas a la UE", ha explicado Sunak. "Vamos a acabar con la situación actual en la que los alimentos que cumplen la normativa de Reino Unido no puedes ser enviados y vendidos en Irlanda del Norte", ha subrayado.
En segundo lugar protege "el lugar de Irlanda del Norte dentro de la Unión" y se modifica el texto legal del protocolo para poder aplicar impuestos directos como el IVA a todo Reino Unido.
El tercer punto establece "salvaguardias para la soberanía del pueblo de Irlanda", en referencia al conocido como "freno de emergencia" de Stormont. "Las leyes de la UE que se aplican a Irlanda del Norte son las mínimas necesarias para evitar una frontera dura con Irlanda y permitir a las empresas norirlandesas seguir accediendo al mercado de la UE", ha indicado.
En cuanto al "freno de emergencia", ha señalado que "establece un proceso claro por el que los cargos democráticamente electos pueden tirar de un freno de emergencia ante cambios en la normativa sobre productos de la UE que tengan consecuencias significativas y duraderas sobre la vida cotidiana", siempre con una posibilidad de veto por parte de Londres si éste se activa.
APOYO LABORISTA
El líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, ha subrayado que cumplirá con su palabra. "He dicho hace tiempo que si el primer ministro lograba un acuerdo con la UE y si esse acuerdo era bueno para el país y para Irlanda del Norte, los laboristas lo apoyarían", ha declarado.
"Y vamos a cumplir nuestra palabra. No vamos a atacar. No vamos a jugar con esto y si el primer ministro plantea una votación, los laboristas le apoyaremos y votaremos a favor", ha remachado.
Starmer ha aprovechado para cargar contra el ex primer ministro Boris Johnson, quien prometió que el protocolo no implicaría "papeleo, controles ni barreras de ningún tipo". "No tenía ningún sentido", ha reprochado. El propio Johnson no se ha pronunciado todavía sobre el nuevo acuerdo mientras estudia los detalles.
El líder del Partido Liberal Demócrata, Ed Davey, ha defendido también la necesidad de estudiar el texto, pero ha saludado el espíritu de "asociación y compromiso" que ha permitido llegar a él.
También el Partido Unionista Democrático ha expresado su deseo de examinar detenidamente el acuerdo, pero ha reconocido un "avance significativo". Más escéptico se ha mostrado el diputado e histórico del DUP Ian Paisley, quien ha afirmado que "no cumple con las expectativas".