LONDRES, 22 Feb. (Reuters/EP) -
El Tribunal Supremo de Reino Unido ha apoyado este miércoles una medida del Gobierno británico que, con el objetivo de limitar la inmigración, quiere obligar a cualquier ciudadano británico que quiera traer a su cónyuge extranjero a Reino Unido a presentar una declaración con su renta anual.
La primera ministra británica, Theresa May, introdujo la medida en 2012, cuando todavía era ministra del Interior. La normativa establecía que cualquier ciudadano británico que se casara con un ciudadano procedente de un país fuera de la Unión Europea debía presentar pruebas que demostrasen que contaba con una renta anual superior a 18.600 libras (23.000 euros).
Este miércoles, el Tribunal Supremo británico ha establecido que aunque la medida ha causado mucha controversia, no contradice la Convención Europea de Derechos Humanos.
"El hecho de que la sentencia haya causado dificultades a muchas personas, incluidas algunas que no tienen culpa alguna de encontrarse en la situación en la que están ahora, no implica que sea incompatible con la Convención de Derechos Humanos o ilegal", ha declarado el tribunal.
La imposición de una renta mínima, ha añadido la corte, "forma parte de una estrategia que tiene como objetivo reducir la inmigración, con unos motivos totalmente legítimos". No obstante, los detractores de la medida alegan que establecer un mínimo de ingresos para que los matrimonios puedan vivir en el mismo país supone una violación de los derechos de la familia.