MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Supremo de Israel ha rechazado una petición de la Asociación de Prensa Extranjera para que el Ejército permita a periodistas extranjeros acceder libremente a la Franja de Gaza para cubrir la ofensiva lanzada contra el enclave tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
Así, los jueces Dafna Barak-Erez, Jaled Kabub y Ruth Ronen han señalado en su fallo que, si bien el tribunal reconoce el derecho a la liberad de prensa, las circunstancias del conflicto justifican las restricciones impuestas a los periodistas, según ha recogido el diario israelí 'Yedioth Ahronoth'.
En este sentido, han manifestado que los periodistas podrían poner en peligro a los militares israelíes si informan sobre sus posiciones y han determinado que, en caso de entrar a Gaza, deberán hacerlo con escolta militar, es decir, empotrados con el Ejército israelí.
El Ejército de Israel lanzó su ofensiva contra el enclave palestino tras los citados ataques, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 240 secuestrados. Las autoridades gazatíes, por su parte, han denunciado más de 23.000 palestinos muertos a causa de la ofensiva.
Entre los muertos en Gaza figuran 110 periodistas palestinos muertos en bombardeos de Israel, incluidos Hamza al Dahdú y Mustafá Thuraya, muertos durante el fin de semana en un ataque del Ejército de Israel en el sur de la Franja, y Alí abú Ajua, muerto el domingo en otro ataque israelí, según las autoridades gazatíes, controladas por Hamás.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, mostró este lunes su preocupación por los "horrorosos informes" sobre la muerte de Thuraya y Al Dahdú, hijo del jefe de la oficina de la cadena de televisión qatarí Al Yazira en Gaza, Uael al Dahdú.
Al Dahdú resultó herido en diciembre en otro ataque israelí en el que murió Samer abú Daqa, cámara de Al Yazira. Previamente, el jefe de Al Yazira en Gaza perdió en octubre a varios de sus familiares en un bombardeo ejecutado por Israel contra su vivienda en el campamento de refugiados de Nuseirat (centro). El bombardeo israelí mató a su esposa, a dos de sus hijos --de 15 y siete años-- y a uno de sus nietos.
La ofensiva israelí ha provocado además el desplazamiento de más de 1,9 millones de palestinos, cifra que supone cerca del 85 por ciento de la población total del enclave, así como extensos daños materiales, que han ahondado una crisis humanitaria que alcanza ya proporciones catastróficas.
Desde el inicio de los ataques, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) ha registrado 220 incidentes que afectan a sus complejos, entre ellos 63 ataques directos, al tiempo que ha denunciado la muerte de 146 de sus trabajadores, según el último informe.