MADRID 29 May. (EUROPA PRESS) -
Supuestos milicianos de Estado Islámico asaltaron este jueves una localidad en la provincia de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique, forzando a huir a la población e izando incluso su bandera, según informan medios locales, que han precisado que los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad continúan este viernes.
Según 'Carta de Mozambique', los milicianos llegaron en la madrugada del jueves a Macomia, capital del distrito del mismo nombre, realizando algunos disparos, pero horas después arribó un batallón de unos 90 milicianos fuertemente armados que bloqueó las tres entradas a la localidad.
De acuerdo con una fuente militar consultada por este medio, actuaron divididos en tres grupos y recibieron refuerzos desde Mocimboa da Praia. La población se refugió inmediatamente en el bosque y a continuación estalló un tiroteo entre las fuerzas de seguridad y los asaltantes. Un autobús se vio alcanzado en el fuego cruzado, provocando algunos heridos.
Otra fuente militar ha asegurado a este medio que las Fuerzas de Defensa y Seguridad (FDS) habían procedido a evacuar a parte de la población de antemano, ya que había información de un posible asalto sobre Macomia. Asimismo, las fuentes militares han denunciado que buena parte de los milicianos estaban ya infiltrados en la localidad, lo que facilitó el ataque.
Hacia las 7.00 horas, llegaron varios helicópteros a la zona, que comenzaron a bombardear y a ellos se sumaron más aparatos por la tarde. Las FDS, según 'Carta', contaron con el apoyo de la empresa privada de seguridad sudafricana Dyck Advisory Group (DAG).
Por ahora, según este medio, no hay datos sobre el eventual balance de víctimas, aunque sí se sabe que los asaltantes izaron la bandera de Estado Islámico y habrían llevado a cabo saqueos. Según este medio, el grupo terrorista ya ha publicado en las redes sociales un vídeo, cuya autenticidad no se puede verificar, en el que se ve a milicianos a bordo de un vehículo militar de las FDS.
"NO NOS DETENDRÁN"
Además, los yihadistas aseguran que "las FDS no nos van a conseguir detener" y que no van a "retroceder en todos los frentes", por lo que vencerán "en Irak, Siria, Nigeria, RDC y también en Somalia y Mozambique".
Según el portal Zitamar News, que el jueves ya había informado del ataque, los helicópteros armados siguen sobrevolando Macomia, donde aún permanecen hombres armados no identificados que han prendido fuego a viviendas, por lo que la población local permanece escondida.
"Hay hombres allí, no sabemos si son los mismos o si son soldados, pero algunas casas y puestos han sido quemados", ha contado al medio un hombre que intentó regresar esta mañana y ha vuelto al bosque. "Solo podemos ver humo. No sabemos qué está pasando pero hay muchos daños", ha contado.
SITUACIÓN EN CABO DELGADO
Macomia es la tercera localidad relevante en Cabo Delgado ocupada en las últimas semanas por los milicianos, tras las de Mocimboa da Praia y Quissanga. Desde octubre de 2017, en esta región del norte de Mozambique operan milicianos islamistas popularmente conocidos como Al Shabaab, pero sin relación con el grupo terrorista somalí.
Desde el pasado junio, estos milicianos habrían pasado a integrarse en Estado Islámico en África Central (ISCA), la filial del grupo terrorista activa en Mozambique y en República Democrática del Congo (RDC). El propio Gobierno, pese a su reticencia inicial de reconocer la gravedad del asunto, ha admitido que Estado Islámico opera en el norte del país.
Este miércoles, el ministro del Interior, Amade Miquidade, reconoció que "la situación de seguridad en Cabo Delgado sigue siendo compleja" y acusó a "grupos terroristas" de "usar a la población civil como escudos humanos".
La situación ha llevado al Gobierno del país africano a incrementar un 451 por ciento los fondos reservados a defensa y seguridad, según ha desvelado el Centro de Integridad Pública, que critica además la falta de inversiones en sectores como la educación y salud.
El organismo ha indicado que los fondos destinados a este área han pasado de nueve millones de euros en 2018 a 52 millones de euros en 2019, y ha agregado que esto provoca recortes en sectores sociales que agravan el conflicto y las desigualdades sociales, tal y como ha informado la emisora Radio France Internationale.