SINGAPUR, 21 Ago. (Reuters/EP) -
La líder de facto de Birmania, Aung San Suu Kyi, ha defendido este martes que el terrorismo sigue siendo una amenaza en el estado de Rajine, donde vive principalmente la minoría musulmana rohingya, y podría tener "graves consecuencias" para la región.
"El peligro de las actividades terroristas, que fue la causa inicial de los acontecimientos que llevaron a la crisis humanitaria en Rajine sigue siendo real y presente hoy en día", ha sostenido en una conferencia en Singapur.
"A menos que este reto de seguridad sea abordado el riesgo de violencia intercomunitaria permanecerá. Es una amenaza que podría tener graves consecuencias, no solo para Birmania sino también para otros países en nuestra región y más allá", ha advertido la Nobel de la Paz, muy criticada en el último año por la gestión que ha hecho su gobierno de la crisis.
En el último año, más de 700.000 rohingyas han huido hacia Bangladesh desde Rajine ante la violenta represión con la que respondieron las fuerzas de seguridad a una ola de ataques de milicianos del Ejército de Salvación Rohingya de Arakán (ARSA), a los que Birmania considera un grupo terrorista. La ONU ha calificado de "limpieza étnica" la respuesta de las fuerzas de seguridad.
Las autoridades birmanas han rechazado estas acusaciones y las denuncias en su contra por las atrocidades que se habrían cometido contra los rohingya, a los que se deniega la nacionalidad birmana, acusando de las mismas a "terroristas" rohingya.
Birmania, un país de mayoría budista, y Bangladesh llegaron a un acuerdo a finales de 2017 para la repatriación de los rohingya, muchos de los cuales son apátridas ya que se les deniega la nacionalidad birmana.
A este respecto, Suu Kyi ha indicado que se han localizado espacios para el asentamiento de las personas que huyeron a Bangladesh, donde actualmente viven en campos de refugiados atestados. Sin embargo, ha dicho que es difícil fijar un calendario para su retorno ya que los dos países tienen que trabajar juntos para cerrar un proceso, sugiriendo que la pelota está en el tejado de Dacca para que el proceso pueda comenzar.
"Los retornados tienen que ser enviados de vuelta por Bangladesh. Nosotros solo podemos darles la bienvenida en la frontera", ha sostenido Suu Kyi. "Creo que Bangladesh también tendría que decidir con qué rapidez quiere que el proceso se complete", ha añadido.