El general Prayuth ironizaba tras imponer la ley marcial con el escaso papel que tenía el Ejecutivo
MADRID, 22 May. (EUROPA PRESS) -
La crisis política que sufre Tailandia desde noviembre de 2013, cuando comenzaron las manifestaciones contra el Gobierno entonces liderado por Yingluck Shinawatra, ha dado pie a que, en poco más de 48 horas, los ciudadanos hayan pasado de protagonizar 'selfies' con los militares destacados en las calles de Bangkok con sus blindados a ver por televisión la imagen de la nueva junta militar que se ha hecho con el poder este jueves con un golpe de Estado.
"Selfies con soldados mientras la ley marcial entra en vigor", rezaba el titular de una de las informaciones de portada del diario 'The Nation' --uno de los más leídos del país-- en su edición digital de este martes, el día en que el Ejército decidió imponer la ley marcial.
El Gobierno celebró ese día la imposición de esta medida de excepción por considerar que contribuiría a frenar la inseguridad pero subrayó que habían sido las Fuerzas Armadas las que decidieron imponerla sin consultarle.
Ese mismo martes, el citado rotativo se hacía eco de un comentario irónico del jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, el general Prayuth Chan Oca, sobre el escaso papel que tenía el Gobierno tras la aplicación de la ley marcial. "¿Dónde está el Gobierno?", planteó el general Prayuth, que este jueves ha decidido liderar el golpe de Estado y ponerse al frente del país.
En las primeras horas de la aplicación de la ley marcial, muchos ciudadanos aprovecharon para fotografiarse al lado de los militares desplegados en las calles con sus blindados y sus armas, protagonizando unos curiosos 'selfies' de civiles sonrientes junto a militares de uniforme y con fusil en las calles de Bangkok.
'The Nation' explicaba en su información del martes que la decisión de muchos civiles de fotografiarse junto a los militares respondía a "una respuesta peculiarmente pragmática" de los tailandeses ante "la inestabilidad política".
En concreto, afirmaba que los tailandeses, especialmente los residentes de Bangkok, estaban cansados y hasta resignados a la inestabilidad y la violencia en las calles de la capital, lo que les llevaba a pensar que el despliegue de los militares contribuiría a restablecer el orden.
CANSADOS DE LA INESTABILIDAD
Además, recordaba que el hecho de que los civiles se fotografiaran con militares es especialmente llamativo en Bangkok en algunos "altamente simbólicos" como los puntos en los que los uniformados mataron a decenas de civiles en 2010 al reprimir una manifestación del movimiento de los 'camisas rojas' --los partidarios del Gobierno derrocado este jueves--.
Transcurridas poco más de 48 horas, los tailandeses han vivido este jueves un golpe de Estado liderado por el jefe del Ejército de Tierra que ha anunciado la toma de poder en una comparecencia difundida por televisión y en la que ha estado acompañado por otros altos mandos militares.
El miércoles, horas antes del golpe de Estado, el general Prayuth se reunió con los líderes de las fuerzas políticas para intentar convencerles de que alcanzaran un acuerdo para buscar una solución a la crisis. La reunión terminó en fracaso y este jueves debería haberse retomado ese diálogo bajo la supervisión del Ejército.
Sin embargo, poco se sabe de la reunión de este jueves, que ha dado paso al anuncio del derrocamiento del Gobierno por una junta militar que se ha bautizado con el nombre del Comité Nacional para el Mantenimiento del Orden.
La denominación guarda claras similitudes con el Centro para el Mantenimiento de la Paz y el Orden, el órgano impulsado por el anterior Gobierno de Yingluck Shinawatra para intentar poner fin a la inseguridad y la inestabilidad provocada por las protestas contra su Ejecutivo.
ORIGEN DE LA CRISIS
La crisis política en Tailandia comenzó en noviembre de 2013, con el inicio de las manifestaciones contra el Ejecutivo liderado por la entonces primera ministra, Yingluck Shinawatra, por su decisión de impulsar una ley que hubiera permitido el regreso al país de su hermano mayor Thaksin Shinawatra, que fue derrocado por un golpe de Estado en 2006 y condenado por corrupción cuando ya se encontraba en el exilio en 2008.
Tras el comienzo de las protestas, Yingluck decidió celebrar elecciones anticipadas para intentar poner freno a la crisis con una victoria en las urnas en febrero de este año. Los comicios se celebraron con el boicot de los manifestantes antigubernamentales, que impidieron que se abrieran muchos centros electorales, lo que propició que meses después el Tribunal Constitucional anulara las elecciones.
El alto tribunal asestó el 7 de mayo un nuevo varapalo a la primera ministra, cuando decretó su cese y el de varios ministros por abuso de poder al efectuar un nombramiento que indirectamente favoreció a un familiar suyo para llegar a jefe de Policía.
Tras la salida de Yingluck, el movimiento de protesta antigubernamental exigió el nombramiento de un nuevo primer ministro que no fuera del partido en el poder, el Pheu Thai, algo que rechazó el Ejecutivo provisional.
Pasados quince días del cese de Yingluck, el Ejército decidió imponer su autoridad frente al poder civil e impuso la ley marcial, una medida de excepción que ha llegado acompañada este jueves por un golpe de Estado y un recorte de libertades y derechos individuales con el argumento de proteger la seguridad.