Jefe de la Junta Militar de Tailandia, Prayuth Chan Ocha
ATHIT PERAWONGMETHA/REUTERS
Actualizado: martes, 4 julio 2017 15:44

BANGKOK/MAHACHAI (TAILANDIA), 4 (Reuters/EP)

La junta militar de Tailandia ha suspendido parcialmente la nueva legislación sobre contratación de trabajadores extranjeros después de que la entrada en vigor de la ley provocara que más de 60.000 trabajadores extranjeros huyeran del país.

El decreto de regulación sobre la contratación de extranjeros entró en vigor el 17 de junio y penaliza la contratación de empleados indocumentados con multas de hasta 800.000 bahts (20,65 euros). Como consecuencia, muchas compañías han despedido a los trabajadores sin papeles o les han obligado a registrarse.

Las industrias tailandesas, incluyendo la importante industria pesquera de marisco, demandan una gran cantidad de mano de obra que se nutre sobre todo de trabajadores extranjeros procedentes de Birmania y Camboya en su mayoría. Viven en los barrios más pobres del país y sufren explotación y trabajos forzados, según han documentado la prensa local y compañías extranjeras. La cifra oficial estimada de trabajadores extranjeros es de tres millones de personas. Sin embargo, grupos de defensa de Derechos Humanos han asegurado que la cifra real es mucho más alta.

La junta militar, que lleva en el poder desde el golpe de Estado de 2014, ha recurrido al artículo 44, una orden de seguridad con poder para impulsar medidas políticas, para retrasar la ley que impone fuertes multas a los empleadores y empleados que no tienen permisos de trabajo.

El Ministerio de Trabajo ha informado de que la ley ha sido parcialmente suspendida hasta el mes de enero con el fin de para dar a trabajadores y empresas más tiempo para conseguir sus permisos de trabajo.

Por otra parte, el Gobierno de Birmania aseguró este lunes que más de 5.000 trabajadores han regresado desde Tailandia atravesando la frontera. "La mayoría de los trabajadores han vuelto directamente a sus ciudades", ha declarado un responsable del Ministerio de Trabajo de Birmania, Aung Htay Win. "Les hemos ayudado con el transporte", ha añadido.

En el puerto pesquero de Mahachai, en el sur de Bangkok y que alberga a muchos de los inmigrantes de Birmania, los trabajadores y los empresarios aseguran que están preocupados. Las empresas tailandesas, por su parte, se han quejado de que las nuevas regulaciones han provocado una escasez de trabajadores en los sectores de la construcción y la pesca, sectores donde habitualmente consiguen trabajo los trabajadores extranjeros.

"Hemos perdido el 75 por ciento de nuestros trabajadores", ha declarado el empresario de una compañía de construcción de Bangkok.

"Envié a mi mujer y a mi hijo de vuelta a Birmania porque no estoy seguro de lo que les puede pasar", ha dicho un trabajador birmano de 36 años.

"Los negocios pesqueros requieren mucho trabajo y ningún tailandés lo quiere hacer, así que no sé por qué el Gobierno ha introducido esta nueva ley", ha explicado un vendedor de pescado de 46 años.

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