BANGKOK/KHON KAEN, (TAILANDIA), 7 (Reuters/EP)
Los tailandeses han comenzado a votar este domingo en el referéndum sobre una nueva constitución respaldada por la junta militar, que allanaría el camino para las elecciones generales de 2017 pero definirá los términos políticos de los gobierno venideros.
Esta consulta representa la primera gran prueba de popularidad para la junta liderada por el primer ministro, Prayuth Chan Ocha, quien ha suprimido la actividad política desde que hace dos años tomara el poder mediante un golpe de Estado.
De cara a la votación, las encuestas mostraban una pequeña ventaja para el 'si' a la nueva Carta Magna, pero la mayoría de los votantes se declaraba indeciso. Se espera que los primeros resultados se conozcan a partir de las 20.00 hora local, las 13.00 horas en horario GMT.
Prayuth ha declarado que no dimitirá si Tailandia rechaza el proyecto constitucional y que las elecciones tendrán lugar el año que viene independientemente del resultado de la consulta.
"Es una promesa que hice", ha declarado antes de la votación. "No hay una Constitución que agrade al cien por cien de la gente", ha añadido.
Los críticos consideran que el acta constitucional es un intento de los militares para hacer valer su incapacidad para expulsar al ex primer ministro Thaksin Shinawatra y su forma de populismo de la política tailandesa tras el golpe que lo eliminó en 2006.
Pese a que Thaksin vive en un exilio autoimpuesto, sigue manteniendo una gran influencia, particularmente en zonas rurales del norte del país. En 2011, su hermana Yingluck consiguió una victoria apabullante en las elecciones. Para la familia Shinawatra este acta es una "locura" que permitirá perpetuar a los militares en el poder.
Bajo este proyecto, que se podría convertir en el 20º texto constitucional desde que el Ejército aboliera la monarquía absoluta en 1932, un Senado con diputados reservados para la junta podrá revisar los poderes de los diputados electos.
En la ciudad septentrional de Khon Kaen, en torno a 50 votantes hacían colas frente al reformado ayuntamiento local, que fue incendiado por los "camisas rojas" favorables a Shinawatra durante los disturbios políticos de 2010.
"Me gustaría ver más justicia y buscar formas de combatir la corrupción en este país", ha asegurado Kanida Salangsing, enfermera que estaba emitiendo su voto.
Un antiguo camisa roja ha declarado que el Ejército ganaría de todas formas este domingo. "Algunas personas están enfadadas", ha afirmado Sabina Shah. "Enfadas porque ya vayan a votar o no, la junta está aquí y se va a quedar", ha añadido.
Durante décadas, los militares han defendido su deber a defender a la profundamente reverenciada monarquía tailandesa, una forma de justificar su intervención en la vida pública.