Los fundamentalistas aseguran que la filial de Estado Islámico está en "proceso de erradicación" gracias a sus operaciones en el país
MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
El movimiento fundamentalista talibán ha expresado este domingo su repulsa tras la filtración de una evaluación del Departamento de Defensa de EEUU que apunta a Afganistán como un nuevo centro de insurgencia yihadista, encabezada por la filial afgana de Estado Islámico, desde el retorno al poder de los extremistas.
Una nueva remesa de los documentos del Pentágono filtrados presuntamente por el miembro de la Guardia Nacional Jack Teixeira, indicaba que el grupo ya está planeando, con la participación de su filial afgana, ataques contra Europa y Asia, y aspira a hacer lo mismo en Estados Unidos.
En respuesta, el viceministro de Información talibán y portavoz principal del movimiento, Zabiulá Muyahid, ha asegurado que este informes no es más que un "documento falso publicado por el Departamento de Defensa de Estados Unidos" y "una pieza de propaganda".
"Rechazamos enérgicamente esta afirmación. Afganistán se ha convertido en un país pacífico a nivel regional", ha añadido Muyahid antes de asegurar que un ejemplo de ello ha sido el Eid al Fitr, la celebración del final del Ramadán, que según el portavoz ha transcurrido sin incidentes.
"El Emirato Islámico de Afganistán tiene control total sobre el país y no permite que nadie use Afganistán contra la seguridad de ningún otro país", ha hecho saber Muyahid, quien ha asegurado, en particular, que la filial afgana de Estado Islámico "se ha visto gravemente afectada" por las operaciones talibán y que está en "proceso de erradicación".
El régimen talibán considera a Estado Islámico una organización terrorista, contraria a sus preceptos, y desde su llegada al poder ha emprendido algunas operaciones contra sus escondites.
Ello no ha impedido que la organización yihadista haya perpetrado ataques sangrientos desde el mismo retorno de los talibán al poder en agosto de 2021, con un atentado suicida en Kabul durante el proceso de evacuación internacional que dejó 170 afganos y 13 militares estadounidenses fallecidos, o bien en los meses siguientes contra la minoría chií del país.