Actualizado: lunes, 16 octubre 2017 6:07


MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los talibán han rechazado este domingo las acusaciones del canadiense Joshua Boyle, liberado recientemente en una operación en Pakistán cinco años después de su secuestro en Afganistán, quien denunció que los insurgentes violaron a su esposa y asesinaron a otra de sus hijas, nacida en cautividad.

"Rechazamos categóricamente estas afirmaciones falsas e inventadas por parte de los detenidos en manos del enemigo", ha dicho el portavoz de los talibán, Zabihulá Muyahid.

"Los detenidos están en estos momentos con el enemigo y dirán cualquier cosa difamatoria a la que les obliguen", ha sostenido, recalcando que "desde que la pareja fue detenida y hasta su liberación, marido y mujer no fueron separados porque los muyahidín no querían levantar sospechas".

Muyahid ha indicado que "el asesinato de un niño es una acusación infundada", si bien ha indicado que la mujer, la estadounidense Caitlan Coleman, "sufrió un aborto natural", según ha informado la agencia afgana de noticias Jaama Press.

"Es cierto que durante la detención tuvo lugar un incidente cuando la mujer se puso enferma. La zona era remota, no había médicos, y debido a la gravedad de su estado, la mujer tuvo un aborto natural. Nadie asesinó intencionalmente al hijo de esta pareja ni nadie les violó o denigró", ha sostenido.

"Si, Dios no lo quisiera, hubiera habido un plan para ello, no habrían vuelto a casa con sus tres hijos. El enemigo no debe presentar a los muyahidín según su propia imagen, ya que la humanidad entera está avergonzada por el barbarismo inhumano de los estadounidenses contra los prisioneros en Bagram y Guantánamo", ha remachado.

Las declaraciones de Muyahid han llegado un día después de que Boyle dijera que "la estupidez y la maldad de la Red Haqqani por secuestrar a un peregrino y a su esposa embarazada que trabajaban para ayudar a los aldeanos solo puede ser eclipsada por la estupidez y maldad de autorizar el asesinato de mi hija bebé, la mártir Boyle, en represalia por mi repetida negativa a aceptar una oferta que me habían hecho los infieles criminales de la Red Haqqani".

Boyle explicó que viajó a Afganistán para ayudar "a la minoría más necesitada del mundo: los aldeanos comunes que viven en las zonas profundas de Afganistán controladas por los talibán".

Así, pidió "justicia" por lo ocurrido y aseguró que no permitirá que la Red Haqqani --aliada de los talibán-- debilite el compromiso de su familia para "hacer lo correcto, cueste lo que cueste".

La familia llegó en la noche del viernes al Aeropuerto Pearson de Toronto, donde Boyle declaró a la prensa que su objetivo es construir un "hogar seguro" para sus tres hijos.

Coleman y Boyle fueron secuestrados en 2012 cuando viajaban por Afganistán por la Red Haqqani. Coleman estaba embarazada de su primer hijo cuando fueron secuestrados y ya en cautiverio dio a luz a dos hijos más, otro niño y una niña.

El Ejército paquistaní anunció el jueves la liberación de los cinco miembros de la familia en una operación resultado de la información de Inteligencia aportada por Estados Unidos después de que los captores atravesaran la frontera de Afganistán y Pakistán.

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