LONDRES, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
Reino Unido sigue recibiendo a más ciudadanos de la UE de los que deciden abandonar el país, a pesar del inminente proceso de salida del bloque comunitario, pero la tasa de migración neta, de 74.000 personas, es la más baja desde el año 2012, según datos oficiales.
La Oficina Nacional de Estadística (ONS) ha publicado este jueves los datos relativos a migración, lejos aún de los objetivos defendidos en su día por el primer ministro David Cameron, que llegó a abogar por reducir los niveles netos de migración por debajo de 100.000.
La ONS ha asegurado que, entre los meses de junio de 2017 y 2018, unas 625.000 personas ingresaron en Reino Unido con vistas a quedarse al menos un año, mientras que solo 351.000 abandonaron el país. La diferencia entre ambos parámetros es de 273.000, lejos por tanto de los objetivos fijados por Cameron y herededados por Theresa May.
Precisamente el control de fronteras y de la inmigración es uno de los principales argumentos esgrimidos por los defensores del Brexit, si bien por ahora ni siquiera la amenaza de ruptura ha evitado que sigan llegando a Reino Unido ciudadanos del bloque comunitario.
Así, unos 219.000 ciudadanos de la UE llegaron a Reino Unido, por debajo de los niveles de 2015 y 2016 pero aún por encima de los años previos. En el otro lado se sitúan los 145.000 europeos que abandonaron territorio británico, lo que deja una tasa neta de 74.000 personas, el nivel más bajo desde el año 2012.
La diferencia entre las distintas variables es positiva en la mayoría de los subgrupos analizados dentro de la UE, entre ellos el que incluye a España y a los otros 14 países con más antigüedad dentro de la Unión y que registra una tasa neta de 47.000 personas. Solo se invierte la tendencia si se examina a los países que se adhirieron en 2004, entre los cuales hay 55.000 salidas y 41.000 entradas.
Al margen de la Unión Europea, Reino Unido registra entre los ciudadanos ajenos a la UE una tasa migratoria neta de 248.000, un valor que, según la ONS, no se registraba desde el año 2004. En concreto, unas 326.000 personas emigraron desde algún país de fuera del bloque europeo a Reino Unido, frente a los 55.000 que emprendieron el camino contrario.