MADRID, 9 Nov. (EDIZIONES) -
Naciones Unidas ha luchado, a lo largo de sus 70 años de vida, por fomentar la igualdad entre géneros y reducir la discriminación que tradicionalmente ha acompañado a la mujer en todo el planeta. Ahora, la organización debe responder a quienes le exigen que predique con el ejemplo.
El mandato del actual secretario general, Ban Ki Moon, concluirá a finales de 2016 y ya se han iniciado todo tipo de campañas para que el su sucesor lleve nombre de mujer. Hasta ahora, el máximo cargo de la ONU siempre ha estado ocupado por hombres --en concreto por ocho si se cuenta al actual secretario--.
Una resolución de 1946 planteó la Secretaría General como un cargo reservado a "un hombre de gran valor", un anacronismo que el propio Ban ha llamado a romper públicamente. El surcoreano, que llegó al puesto el 1 de enero de 2007, ha defendido que hay mujeres "cualificadas" y "comprometidas" capacitadas para desempeñar su función.
También el presidente de la Asamblea General, Mogens Lykketoft, comparte esta idea. "Teniendo en cuenta que en sus 70 años la ONU nunca ha tenido a una secretaria general, la inclusión y consideración de las candidatas mujeres debería ser algo importante para asegurarnos de que esta organización sigue avanzando hacia la igualdad de género en todos los niveles", afirmó en octubre.
¿CÓMO SE ELIGE?
La respuesta a si finalmente se romperá el último 'techo de cristal' no se conocerá hasta el próximo año, cuando concluya un largo proceso de presentación de candidaturas, exámenes y votaciones que poco tiene que ver con el que aupó a Ban a su actual puesto hace nueve años.
La Asamblea General de la ONU redefinió en septiembre este proceso de selección para hacerlo más transparente, de tal forma que los candidatos ya no dependerán de lo que se negocie a puerta cerrada sino que deberán presentar su proyecto frente a los 193 Estados miembro, que podrán a su vez plantear dudas de forma individual.
La decisión, no obstante, seguirá recayendo en el Consejo de Seguridad, un órgano del que sólo forman parte 15 países y que deberá recomendar al candidato para su aprobación en la Asamblea General. El trámite del Consejo implica, por tanto, contentar a los cinco países con derecho de veto: Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia y China.
La organización Equality Now, que trabaja en defensa de los derechos de mujeres y niñas en todo el mundo, ha lanzado una campaña 'on line' para promover las candidaturas femeninas, algo que también impulsa el portal 'www.womansg.org', creado por un grupo de mujeres académicas.
PRIMERAS QUINIELAS
A medida que se han disparado los llamamientos en favor de una mujer secretaria general de Naciones Unidas, también han surgido todo tipo de especulaciones en torno a quién puede ser. Todos los analistas y campañas coinciden en destacar que no basta sólo con la valía, sino que los intereses políticos también cuentan.
La tradicional rotación por regiones establece que, por turno, le tocaría ahora ocupar la Secretaría General a algún país del este de Europa, algo que ha situado a Irina Bokova, antigua ministra de Exteriores de Bulgaria, responsable de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como opción destacada.
La comisaria europea Kristalina Georgieva, también búlgara, figura igualmente en unas quinielas en las que aparecen, además, la administradora del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD), la neozelandesa Helen Clark, la presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite, y la ministra de Exteriores croata, Vesna Pusic, entre otras. La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, antigua responsable de ONU Mujeres, llegó a sonar como posible pero ahora parece descartada.