BRASILIA, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Brasil, Michel Temer, considera "muy probable" que algunos de los ministros señalados por supuesta corrupción en la trama de la constructora Odebrecht se sientan "incómodos" y terminen abandonando el cargo, si bien ha subrayado que por el momento no tiene previsto ningún cese.
Los testimonios de imputados que se han ido conociendo en los últimos días han salpicado tanto a Temer como a varios miembros de su Gobierno, entre ellos el ministro de la Casa Civil, Eliseu Padilha, acusado de cobrar sobornos en nombre del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) para financiar campañas electorales.
Sin mencionar directamente ningún caso, el presidente de Brasil ha admitido en una entrevista a la radio Jovem Pan que es "muy probable" que haya quien se sienta incómodo y considere necesario abandonar el Gobierno.
No obstante, ha aclarado que no va a cesar a nadie simplemente "porque alguien habló de alguien", por lo que ha instado a respetar los tiempos de investigación y procesales, según declaraciones recogidas por la Agencia Brasil. Temer es partidario de esperar a que haya pruebas "contundentes" y ha prometido que, en caso necesario, tomará medidas.
"Tengo la manía de cumplir con la ley", ha aseverado el mandatario, que también está inmerso en un caso del Tribunal Electoral por la supuesta financiación irregular de la campaña de 2014, en la que se presentó como compañero de fórmula de su entonces aliada Dilma Rousseff.