KATMANDÚ 29 Abr. (Reuters/EP) -
Las autoridades nepalíes han reconocido errores en la respuesta inicial al devastador terremoto que asoló el país el pasado 25 de abril, al dejar a supervivientes atrapados en aldeas remotas esperando días para ser rescatados. El balance de muertos ha superado los 5.000, mientras más de doscientos ciudadanos nepalíes se han manifestado frente al Parlamento en Katmandú para protestar por el caos que vive el país.
"No me ha sido posible contactar con mi familia en mi aldea", ha asegurado Kayant Panday, uno de los manifestantes que ha intentado sin éxito embarcarse de madrugada en un autobús que le lleve a una zona del interior del país. "No hay forma de saber si están vivos o muertos", explica.
Por su parte, el Gobierno tiene todavía que evaluar los daños causados por el terremoto de magnitud 7,8 en la escala Ritcher y no ha sido capaz de acceder a muchas áreas montañosas del país pese a la ayuda internacional que está recibiendo.
La frustración y el enfado domina el ambiente en Katmandú, donde muchos residentes duermen a la intemperie o bajo tiendas de campaña improvisadas.
"Esto es un desastre, de una escala sin precedentes (...) ha habido alguna debilidad en la coordinación de la operación de rescate", ha admitido este martes el ministro de Comunicación, Minendra Rijal. Una autocrítica que llegó al tiempo que el primer ministro, Sushil Koirala, reconocía a la agencia de Reuters que el balance de muertos podría llegar a 10.000 muertos. "Mejoraremos la situación a partir del miércoles", prometió Koirala.
COMPLICADO RESCATE
Las operaciones de rescate se han visto dificultadas por corrimientos de tierra, así como el acceso de helicópteros de salvamento se ha visto muy obstaculizado en zonas remotas en el distrito de Gorkha, muy castigado por corrimientos de tierra. Según fuentes oficiales en la zona, entre 1.600 y 1.700 viviendas han sido engullidas por la tierra.
El ministro de Exteriores, Shanker Das Bairagi, ha hecho un llamamiento para que doctores y especialistas extranjeros se desplieguen en Nepal, así como equipos de salvamento y búsqueda, pese a que otros altos cargos han sugerido que Nepal no necesita esa asistencia.
"Nuestra principal prioridad son los equipos de rescate y salvamento. Necesitamos neurólogos, cirujanos ortopédicos y traumatólogos", ha explicado Bairagi.
POCAS POSIBILIDADES DE ENCONTRAR SUPERVIVIENTES
Por su parte, expertos de una ONG polaca, que cuenta con 87 equipos desplegados en Nepal, han explicado que las posibilidades de encontrar a supervivientes cinco días después del seísmo son "cercanas a cero".
No obstante, un equipo de rescate franconepalí ha rescatado a un hombre de 28 años, sepultado por un bloque de apartamentos en Katmandú tras permanecer 80 horas atrapado junto a tres cadáveres.
El superviviente perderá una de sus piernas, debido a las graves heridas sufridas tras el seísmo. "Estamos intentado contactar con familiares suyos, ya que vamos a realizar una seria operación quirúrgica", ha explicado Akhilesh Shrestha, uno de los doctores que está tratando a este superviviente.
PUESTOS DE VENDEDORES
Uno de los gestos que muestran que la vida normal ha regresado a las calles de Katmandú es que se han desplegado los primero puestos de vendedores de frutas y otros alimentos, no obstante muchos comerciantes han mantenido los establecimientos cerrados por los daños registrados en los edificios.
"Me gustaría abrir, tengo hijos en casa, pero ¿cómo voy a abrir mi tienda si es peligroso que permanezca en este edificio?", afirma Arjun Rai, un vendedor de 54 años de la capital nepalí.