El opositor Diallo figura como el máximo rival de Alpha Condé, candidato a la reelección
MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
La población de Guinea ha acudido este domingo a las urnas para unas elecciones presidenciales marcadas por un repunte de las tensiones por la candidatura a un tercer mandato del presidente, Alpha Condé, lo que ha provocado nuevas protestas, en el marco de unas movilizaciones contra el mandatario que arrancaron en 2019.
A pesar de que a las urnas concurren un total de doce candidatos, los únicos considerados como aspirantes con opciones de hacerse con la victoria son Condé y el líder de la Unión de Fuerzas Democráticas de Guinea (UFDG), Cellou Dalein Diallo, quien ya perdió en 2010 y 2015 frente al presidente, en ambos casos denunciando fraude.
En Kankan, localidad clave por ser un bastión de Condé a pesar de estar en una zona de mayoría fulani, comunidad a la que pertenece Diallo, los observadores no han informado de ningún incidente importante, informa la emisora RFI.
Cerca de 600 miembros de la sociedad civil se han distribuido por la Alta Guinea. Además, hay doce observadores de la CEDEAO, la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental. Todos coinciden en que la votación se ha desarrollado sin violencia.
Alrededor de 5,5 millones de votantes están llamados a las urnas en los cerca de 15.000 colegios electorales que han estado abiertos durante la jornada electoral. Los resultados se esperan en un plazo de 24 horas y, para que un candidato gane en primera ronda debe superar el 50 por ciento de los votos.
Condé, de 82 años y quien concurre como candidato de la gubernamental Agrupación del Pueblo de Guinea (RPG-Arc en ciel), ha dominado la política guineana desde 2010, tras ser durante décadas el principal líder opositor bajo la dictadura de Lansana Conté (1984-2008).
En esta ocasión, Condé ha podido presentarse tras un controvertido referéndum constitucional en marzo --que se celebró junto a las parlamentarias-- marcado por el boicot de la oposición ante la voluntad del presidente de allanar el camino a una hasta entonces prohibida candidatura. La polémica continuó a raíz de las denuncias por las diferencias entre el texto votado y el publicado en la Gaceta Oficial.
El proyecto de reforma constitucional supuso el desencadenante de una oleada de protestas encabezadas por el opositor Frente Nacional para la Defensa de la Constitución (FNDC) desde octubre de 2019, movilizaciones que han continuado desde entonces y que se han saldado con decenas de muertos, según denuncian ONG y el propio FNDC.
De hecho, el FNDC ha denunciado esta misma semana más de 90 muertos a causa de la "represión sangrienta" de las protestas durante el último año. Por su parte, Amnistía Internacional denunció el 1 de octubre la muerte de al menos 50 personas en la represión de las protestas entre octubre de 2019 y julio de este año.
El ministro de Seguridad, Albert Damantang Camara, ha reconocido que se han registrado muertes violentas durante las protestas, si bien ha rechazado las cifras de la oposición, a la que ha acusado de "incitar claramente a la violencia" por sus declaraciones "antes, durante e incluso después" del referéndum del 22 de marzo.
CONDÉ PROMETE HACER DE GUINEA UNA POTENCIA
El presidente, que generó una oleada de esperanza en una democratización tras su llegada al poder en 2010 --en los primeros comicios libres desde la independencia del país en 1958--, ha centrado su campaña en prometer mejoras de la calidad de vida de la población a través de inversiones en minería y mayores oportunidades para los jóvenes.
Así, afirmó el miércoles durante un acto en Mamou que Guinea se convertirá en la segunda potencia económica en África occidental, por detrás de Nigeria. "Tenemos muchas riquezas en el subsuelo que serán explotadas. Muchos no están contentos porque en un tiempo Guinea será el segundo país, tras Nigeria", dijo.
Condé ha insistido en defender su candidatura. "Hay presidentes que han tenido cuatro o cinco mandatos, y se les felicita. Cuando quise hacer el referéndum fue una guerra contra mí, pero nosotros no tenemos miedo", sostuvo, antes de incidir en que "el único que puede dar la orden (de que abandone el cargo) es el pueblo de Guinea".
El mandatario ha rechazado además las denuncias de violencia contra la oposición y ha recordado que él fue condenado a muerte en rebeldía durante el régimen de Ahmed Sékou Touré (1958-1984) y estuvo encarcelado con Conté, mientras que antiguas figuras opositoras han sido integradas en su Gobierno.
"Quiero trabajar con todos los guineanos, a condición de que ellos quieran trabajar por Guinea, no robar ni malversar", ha señalado. "No tengo enemigos. Vamos a entregar el poder a los jóvenes que dominan la tecnología", ha puntualizado, según Guinée News.
DIALLO DENUNCIA PREPARATIVOS PARA UN "FRAUDE"
Por su parte, Diallo, un economista de 68 años que fue primer ministro entre 2004 y 2006, ha puesto el foco en la infraestructura hidroeléctrica y en hacer frente a lo que describe como una "sectarización" por parte de Condé y sus políticas.
En este sentido, manifestó en un acto reciente que el presidente "es el campeón de África en la división de personas, comunidades y etnias" y agregó que "la caída de Condé es un golpe fatal al tribalismo que él instauró".
Durante los últimos días, ha hecho hincapié además en que el presidente "no tiene más recursos para mantenerse en el poder si no es el fraude", dejando la puerta abierta a una nueva denuncia de irregularidades si Condé es declarado vencedor, como ya hizo en 2005 y 2010.
"Condé está preparándose para hacer una fuerte presión sobre la comisión electoral para que no entregue las copias de los procesos verbales a la oposición en los colegios electorales", dijo el jueves. "¿Cómo se pueden apelar los resultados después?", se preguntó. "Condé es consciente de sus dificultades en el terreno (...) y prepara un fraude electoral para llenar las urnas", denunció, según Vision Guinée.