MADRID, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -
El terremoto que sacudió el sábado Ecuador ha dejado en una situación de "vulnerabilidad" a miles de niños, algunos de los cuales ya vivían en condiciones de exclusión, ha advertido la ONG Plan International, que trabaja para atender prioridades inmediatas y necesidades a medio plazo como la educación.
"Fue impactante ver cómo la tierra se abrió y se hundían las casas", ha relatado la gerente de la oficina en Manabí de Plan International en Ecuador, Elizabeth Reyes, desde el cantón de Puerto Viejo, a sólo 70 kilómetros de la zona de Pedernales.
Reyes ha recordado que hace tan solo una semana la población de esta zona sufrió fuertes inundaciones y, ahora, intenta pasar página de un potente seísmo que sigue provocando réplicas. "Hay un miedo que persiste", ha admitido en declaraciones telefónicas a Europa Press.
Plan trabaja en cuatro de las regiones donde se declaró el estado de emergencia: Los Ríos, Manabí, Santa Elena, Guayas. En total, trata de mejorar para mejorar la vida de 50.000 niños, 10.000 de ellos en la provincia de Manabí --la más afectada--.
La organización aún debe determinar la situación de algunos estos niños, ya que los cortes de carreteras, electricidad y líneas telefónicas complican tanto el traslado de equipos como la mera obtención de información.
La directora de programas de Plan International en Ecuador, Verónica Zambrano, ha asegurado que en algunas comunidades de Manabí los niños han quedado aislados por el colapso de las carreteras. Aunque la "mayor preocupación" ahora es simplemente "llegar" a ciertas zonas, la ONG trabaja ya en todo tipo de iniciativas.
En este sentido, Zambrano ha advertido a Europa Press de que estos momentos de "crisis" y "caos" vuelven aún más "vulnerables" a los menores. Algunos de ellos ya vivían "excluidos", en situación de marginalidad o pobreza, ha añadido.
Plan International ha incluido entre sus preocupaciones las situaciones de orfandad o separación familiar, así como posibles abusos sexuales a menores. Zambrano ha asegurado que ya se han registrado algunas denuncias en este sentido, por lo que ha reclamado protección para niños y niñas.
A MEDIO PLAZO
"No podemos pensar que la emergencia es solo la carpa y la mosquitera. Estas familias se van a quedar sin nada", ha recalcado la responsable de la ONG, partidaria de poner en la "agenda pública" unas prioridades que van más allá del corto plazo.
Zambrano ha apuntado que harán falta "meses" para conocer la verdadera magnitud de la tragedia, pero ya comienzan a percibirse problemas a medio y largo plazo, algunos de ellos derivados directamente de la destrucción de miles de inmuebles en la zona costera de Ecuador.
Plan estima que 137 escuelas se encuentran en "muy malas condiciones" como consecuencia del seísmo en Manabí, lo que amenaza con dejar a más de 180.000 niños fuera del sistema de cara a la reanudación del curso, previsto para mayo. "Tendremos que repensar que va a pasar con sus medios de vida", ha añadido Zambrano.
La organización desarrollaba antes del terremoto programas para la promoción de la salud, la seguridad alimentaria, la protección y participación infantil, así como programas de prevención de riesgo de desastres. Reyes ha subrayado la importancia de organizar también actividades lúdicas y recreativas, para que los niños puedan "liberar la carga" que soportan desde el terremoto.