MADRID, 1 May. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Nacional de Túnez ha afirmado este domingo que los dos terroristas muertos durante la operación llevada a cabo durante la jornada pertenecían a la Brigada Okba Ibn Nafaa --filial de la organización terrorista Al Qaeda en Túnez--, agregando que planificaban perpetrar atentados durante el mes de Ramadán.
El portavoz de la Guardia Nacional, Jalifa Chibani, ha subrayado que la operación, que ha tenido lugar en la localidad de Sidi Bouzid, se ha saldado además con el arresto de cuatro sospechosos, según ha recogido la agencia estatal tunecina de noticias, TAP.
El primer ministro del país, Yusef Chahed, ha recalcado que la situación está bajo control, agregando que "la lucha contra el terrorismo es una de las prioridades del gobierno de unidad nacional".
"La amenaza terrorista existe, pero siempre ha sido combatida gracias a la vigilancia de las fuerzas de seguridad y el Ejército", ha manifestado, confirmando que los muertos en la operación planeaban atentado durante el Ramadán.
Unidades de la Guardia Nacional realizaron una redada en un edificio del barrio de Uled Chelbi, donde se encontraban los sospechosos, uno de los cuales activó un cinturón explosivo tras ser tiroteado por los agentes. Un segundo miliciano murió durante el tiroteo.
Chibani ha detallado que el terrorista que se ha inmolado es un ciudadano extranjero --cuya identidad y nacionalidad no ha trascendido-- que sería el 'emir' de la brigada. El segundo muerto durante la operación también llevaba un cinturón explosivo, si bien no llegó a activarlo.
Así, ha resaltado que las autoridades vigilaban de cerca los movimientos de terroristas que operan en los montes Sallum y Chaambi, ubicados en la provincia de Kasserine, cerca de la frontera con Argelia, agregando que éstos "estaban en contacto con individuos de Sidi Bouzid".
La Brigada Okba Ibn Nafaa opera principalmente en el monte Chaambi, desde donde ha lanzado ataques contra las fuerzas de seguridad en la zona periférica de esta zona montañosa. En los últimos meses ha sufrido un proceso de escisión, después de que varios de sus integrantes juraran lealtad al grupo yihadista Estado Islámico.
El presidente de Túnez, Beyi Caid Essebsi, aprobó a mediados de febrero una orden para extender otros tres meses el estado de emergencia decretado en el país en noviembre de 2015.
El actual estado de emergencia entró en vigor el 24 de noviembre de 2015, después de que doce personas perdiesen la vida en un atentado contra la Guardia Presidencial.
Esta medida excepcional, que ha ido siendo prorrogada por plazos de varios meses desde entonces, amplía las competencias de las fuerzas tunecinas y limita ciertas libertades en aras de la seguridad.
Desde el levantamiento de 2011 contra el presidente Zine el Abidine ben Alí, la democracia tunecina ha sido vista como un modelo para la región, pero los milicianos islamistas son uno de los mayores retos para Chahed, quien asumió el cargo el 5 de septiembre.
Más de 3.000 tunecinos se han sumado a la lucha de Estado Islámico en Siria y en Irak, lo que ha hecho saltar todas las alarmas en Túnez ante la posibilidad de un retorno que tendría Libia como paso intermedio.