ESTAMBUL, 2 Sep. (EUROPA PRESS) -
La refugiada siria y activista por los Derechos Humanos Tima Kurdi ha denunciado la falta de compromiso con los refugiados, dos años después de que la foto de su sobrino, Aylan, se convirtiera en un símbolo de la crisis humanitaria en Siria.
"Cuando Aylan fue encontrado en la playa, vi al mundo llorando. Entonces se trató de ayudar a los refugiados; las fronteras se abrieron, pero un par de meses después todo el mundo volvió a sus asuntos", ha declarado Kurdi en una entrevista al diario turco 'Hürriyet'.
La imagen del niño, tomada hace ahora dos años, acaparó la atención mundial y se convirtió en el ejemplo gráfico del sufrimiento, la vulnerabilidad y los riesgos que enfrentan las personas que huyen de la guerra de Siria. "Todos sentían un poco de responsabilidad y pensaron que podría haber sido su propio hijo", ha señalado Kurdi.
"Miles de niños murieron y siguen muriendo. La imagen de Aylan es como la foto de otros miles de niños. Pido a la gente que se imagine un día obligada a emigrar de su casa, dejando todo atrás. Que se imaginen buscando la esperanza. ¿Qué harían?", ha remarcado la activista, que actualmente reside en Canadá.
Kurdi ha centrado su causa en que la crisis humanitaria no caiga en el olvido de la agenda internacional, para lo que es esencial, afrima, la conciencia ciudadana de Occidente. "Hay algunas personas que son racistas, pero la mayoría de la gente está del lado de los refugiados, lo que pasa es que no se hacen oír", ha dicho Kurdi, que ha manifestado la necesidad de "levantar la voz" para hacer "un llamamiento a los líderes mundiales para que devuelvan su dignidad a estas personas. Que regresen a casa".
"Han pasado siete años desde que comenzó la guerra. Si le preguntas a los refugiados, a la mayoría les gustaría volver a casa. Los líderes mundiales son los únicos que pueden sentarse alrededor de una mesa y terminar las guerras con soluciones pacíficas", ha indicado.
A raíz de sus encuentros y conferencias sobre la materia, la activista considera que tanto la clase política como los ciudadanos tienden a lavarse las manos cuando se aborda el conflicto. "Algunos consideran que no tiene que ver con ellos, que no han hecho nada, pero en realidad todo el mundo es responsable de esto. Cada país fue a Siria. Se convirtió en un pastel y cada país hambriento tomó un bocado".
Kurdi defiende que la solución de la crisis de los refugiados se encontrará en la raíz del problema: el final de las guerras, e insiste en la responsabilidad colectiva de exigir esa solución política.
EL CASO DE AYLAN
La activista abordó también durante la entrevista su experiencia personal como refugiada y ha recordado el día en que su hermana y madre de Aylan Kurdi emprendió el viaje desde Turquía para alcanzar Grecia.
"Sabía que mi hermana planeaba emprender este viaje así que me desperté temprano. Vi docenas de llamadas telefónicas cuando miré mi teléfono. Supe que algo iba mal y más tarde recibí la mala noticia". No solo él, el hermano y la madre de Aylan también fallecieron ahogados en el malogrado viaje que comenzó desde Kobani, en Siria.
Desde esta ciudad llegaron al puerto de Bodrum, en Turquía, donde "pasaron algún tiempo, pero tuvieron que partir a Grecia porque la situación era insostenible. Ninguno de los niños pudo ni siquiera ir a la escuela, porque millones de sirios habían llegado a Turquía", ha dicho Kurdi.
Sin embargo, y pasados dos años, la activista considera que "todavía no hemos visto lo peor. Cuando vi la foto de Aylan pensé que era el desastre más grande en la Historia, pero vemos desastres más horribles a medida que pasan los años", ha advertido.