FAO, UNICEF y PMA denuncian que los fondos para atender esta crisis están siendo insuficientes
MADRID, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
El tiempo para evitar la hambruna y salvar a cientos de miles de personas en la región de Kasai, en el sur de República Democrática del Congo (RDC), se está agotando, han alertado este miércoles la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
La región es escenario desde agosto de 2016 de un conflicto que enfrenta a una milicia local, Kamuina Nsapu, con las fuerzas de seguridad congoleñas, respaldadas también por milicias locales como los Bana Mura. Actualmente, hay más de 750.000 desplazados y 3,2 millones se encuentran en situación de inseguridad alimentaria, pero solo 400.000 recibieron asistencia en diciembre.
La violencia ha tenido un fuerte impacto en la agricultura, la principal fuente de sustento en la región, y los agricultores han perdido ya tres temporadas consecutivas de siembra. La consecuencia, según las agencias de la ONU, es que la población se ha quedado casi sin nada para comer, y la asistencia alimentaria no está cubriendo esa carencia.
Alrededor de 630.000 personas han regresado a sus localidades, que en muchos casos han sido quemadas, después de haberse escondido en el bosque durante semanas y necesitan ayuda para asumir la producción de alimentos, ha resaltado.
"La agricultura es el único medio para ser productivos otra vez. No solo genera alimentos e ingresos para las familias, también recupera la esperanza, dignidad y autosuficiencia", ha subrayado el representante interino de la FAO en el país, Alexis Bonte.
A las agencias de la ONU les preocupa en particular el estado nutricional de los niños, especialmente crítico. "Al menos 400.000 niños menores de 5 años sufren desnutrición aguda severa", ha indicado el representante en funciones de UNICEF en RDC, Tajudeen Oyewale, advirtiendo de que "podrían morir si no reciben urgentemente apoyo sanitario, nutricional y de agua y saneamiento".
"La seguridad alimentaria a más largo plazo también debería recuperarse, y las prácticas de cuidado y alimentación deben mejorar. Así los niños podrán acceder a la alimentación de calidad que necesitan", ha resaltado.
Naciones Unidas y sus aliados están trabajando a contrarreloj para alimentar a la población de Kasai, luchar contra la desnutrición entre los niños y fortalecer la capacidad de recuperación, pero la infraestructura limitada, la inseguridad y la falta de fondos están jugando en su contra.
"Hay señales de que los donantes empiezan a responder, pero los recursos son inadecuados para esta escala de sufrimiento humano", ha explicado el director del PMA en RDC, Claude Jibidar. En este sentido, ha pedido que tanto el Gobierno congoleño como la comunidad internacional se comprometan para "prevenir una mayor hambruna en Kasai". "No hacerlo, inmediatamente y entre todos, significará la muerte de muchas personas", ha advertido.