WASHINGTON, 31 Oct. (Reuters/EP) -
Los secretarios de Estado y Defensa de Estados Unidos, Rex Tillerson y James Mattis, respectivamente, han reclamado este lunes a los congresistas que revisan la autorización del uso de la fuerza militar y que no pongan límites geográficos o temporales a la campaña contra el grupo yihadista Estado Islámico y otras organizaciones extremistas.
"La guerra es, en esencial, impredecible", ha dicho Mattis durante su comparecencia en el Senado para explorar los límites sobre la autorización del uso de la fuerza militar, una prerrogativa del Congreso que en los últimos años ha ido cayendo del lado presidencial.
Por su parte, Tillerson ha indicado que la autorización firmada en 2001 "da autoridad reglamentaria para las operaciones militares de Estados Unidos contra Al Qaeda, los talibán y otras fuerzas asociadas, entre ellas Estado Islámico".
Mattis y Tillerson han defendido que las autorizaciones existentes no deben ser eliminadas hasta que haya otras puestas en marcha en su lugar, reiterando que las actuales ya dan sustento legal suficiente.
Ambos han comparecido ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado para explicar la postura de la Administración de Donald Trump sobre una posible Autorización de Uso de la Fuerza Militar (AUFM) nueva.
"Afrontamos un nuevo y amplio abanico de amenazas del extranjero. Puede que sea más importante que nunca que mantengamos un debate nacional sobrio sobre la función constitucional del Congreso para autorizar el uso de la fuerza militar", ha afirmado el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, el republicano Bob Corker.
La Constitución explicita que es el Congreso y no el presidente el que tiene la potestad de declarar la guerra, pero congresistas tanto demócratas como republicanos han defendido desde hace años que el Legislativo ha cedido demasiada autoridad a la Casa Blanca en este ámbito, en concreto desde los atentados del 11 de septiembre de 2001. Tampoco hay consenso sobre el nivel de control que deben ejercer sobre el Departamento de Defensa.
La polémica se ha incrementado recientemente tras salir a la luz la muerte de cuatro militares estadounidenses en misión en Níger, con el ataque abierto con misiles de crucero contra una base aérea siria y tras las amenazas de guerra de Trump contra Corea del Norte.
"Lo que está pasando en Níger y más en general en África apunta a una mayor urgencia para una AUFM", afirmó el pasado jueves el senador demócrata Tim Kaine, destacado defensor de una nueva normativa sobre autorización del uso de la fuerza.
El senador republicano John McCain, presidente de la Comisión de Servicios Armados del Senado, ha declarado que podría emitir un apercibimiento contra la Casa Blanca por no haber informado de los detalles sobre el ataque de Níger e incluso ha amenazado con bloquear a los candidatos a cargos públicos que presente Trump si no obtiene una respuesta. Posteriormente ha expresado su satisfacción con la información que ha recibido y ha señalado que los candidatos pueden ser presentados.
El Congreso no ha aprobado ninguna AUFM desde 2002, cuando autorizó la intervención en Irak, ya que la Casa Blanca se ha amparado para otras acciones militares en la AUFM de septiembre de 2001 de la guerra contra Al Qaeda y sus grupos afines sin que se introdujera ningún tipo de limitación territorial ni temporal.
Sin embargo, quienes defienden la necesidad de una nueva AUFM señalan que la de 2001 ha permitido a la Casa Blanca iniciar guerras en cualquier parte sin plantear ninguna estrategia al Congreso o a la población. Así, recuerdan que el Estado Islámico ni siquiera existía cuando se aprobó la AUFM de 2001.
El Partido Republicano controla por mayoría tanto el Senado como la Cámara de Representantes, pero hay profundas divisiones sobre una posible nueva AUFM dentro de esta formación y también entre republicanos y demócratas.
La mayoría de los republicanos defienden la postura de McCain o el senador Lindsey Graham, que no quieren un control excesivo sobre el Pentágno y abogan por depositar en los comandantes militares la confianza sobre la estrategia para combatir a los enemigos. Muchos demócratas queiren una AUFM que limite los motivos, el lugar y la forma de cualquier nueva intervención militar estadounidense.