DUBAI, 20 Ago. (Reuters/EP) -
Una de las facciones armadas de Yemen ha intercambiado disparos con las fuerzas de seguridad gubernamentales en una plaza de la ciudad de Adén, en el sur del país, en medio de un clima de creciente tensión denunciado por Naciones Unidas.
El Gobierno internacionalmente reconocido, con sede en Adén, aún no ha impuesto su mandato sobre las diferentes facciones armadas, una de los cuales, y en represalia por el asesinato de autoría aún desconocida de uno de sus comandantes, intercambió disparos con las fuerzas de seguridad.
La Organización de Naciones Unidas ha alertado del aumento de la inestabilidad en Yemen, motivada en gran medida por la estancada situación política que vive el país entre el Gobierno y las diferentes facciones armadas desde 2015 y que está empobreciendo gravemente a la población.
"Yemen continúa atravesando un período crítico y agonizante mientras los civiles pagan el terrible precio de una lucha de poder sin fin. Aquellos que sobreviven a la lucha enfrentan la muerte por hambre o por enfermedad a medida que la situación económica continúa deteriorándose. Las tensiones políticas en Yemen siguen minando las instituciones públicas, de las que dependen muchos yemeníes", ha declarado el enviado de la ONU en Yemen, Ould Cheikh Ahmed, en un comunicado.
El movimiento insurgente huthi, también conocido como Ansar Allah y aliado de Irán, culpa al Gobierno por el impago de salarios en el sector público durante casi un año y de una crisis en la sanidad que ha causado la muerte de 2.000 personas por el cólera en medio de una grave crisis económica.
"No se puede permitir que nadie trate de provocar disturbios internos, paralizar o interrumpir las instituciones estatales y participar en la extorsión política", ha declarado este domingo el líder de movimiento, Abdel Malek al Huthi.
A día de hoy, el presidente del país, Abd Abdo Rabbu Mansur Hadi , y la mayor parte del Gobierno permanecen en el exilio por su seguridad. Las conversaciones de paz respaldadas por Estados Unidos entre las partes en conflicto se derrumbaron hace más de un año y continúan los enfrentamientos a nivel nacional entre milicias y facciones del Ejército leales a los huthis y al Gobierno.
La ONU calcula que la guerra civil en Yemen ha dejado ya más de 10.000 muertos y 45.000 heridos, a los que se suman dos millones de desplazados. Además, un reciente brote de cólera, avivado por las precarias condiciones de higiene y de los servicios sanitarios, ha dejado 2.000 muertos y 600.000 posibles casos.