La satisfacción de las demandas de Cameron pondrá en marcha un complejo proceso en las principales cámaras de la UE
BRUSELAS, 5 Mar. (Reuters/EP) -
La permanencia de Reino Unido en la Unión Europea depende de la satisfacción de varias demandas del primer ministro británico, David Cameron, algunas de las cuales atentan contra el principio de igualdad, como la imposición de recortes sociales discriminatorios a los inmigrantes en casos excepcionales. Es el "freno de emergencia", cuya aplicación integral requerirá del trabajo conjunto de la Comisión Europea, del Parlamento, del Tribunal de Justicia y, sobre todo, de los 28 jefes de Estado y de Gobierno que conforman el Consejo Europeo.
Hay que recordar que la satisfacción fue otorgada en la cumbre del pasado 19 de febrero en forma una Decisión del Consejo Europeo que Reino Unido ha presentado ante Naciones Unidas para que adquiera rango de tratado internacional.
Sin embargo, las dificultades comenzarán a la hora de integrar esta decisión dentro de la legislación europea vigente. Primero, por cierta oposición por parte de algunos parlamentarios europeos de centroizquierda, que aseguran que la demanda de Cameron impondrá una ciudadanía europea de segunda clase. Segundo, por la de los ciudananos europeos que tuvieran que votar el consiguiente cambio de los tratados en referéndum, y que podrían rechazar este procedimiento.
El proceso constará de las siguientes partes:
REDACCIÓN DEL PRIMER BORRADOR DE LAS NUEVAS LEYES
Esta es la misión de la Comisión Europea, depositaria de la iniciativa legislativa, que de momento ya ha trazado las líneas generales de este plan y cuenta, de momento, con el apoyo inicial de los representantes de los principales bloques parlamentarios.
Sin embargo, la Comisión solo se pondrá completamente manos a la obra una vez los británicos hayan expresado su deseo de quedarse en la Unión Europea a través del referéndum que Reino Unido celebrará el próximo 23 de junio, dado que una victoria en el referéndum de los partidarios de la salida de la Unión Europea anularía en ese mismo instante el proceso legislativo.
Estas líneas generales se adivinan a raíz de algunas posturas legales que la Comisión ha redactado en algunos casos sobre inmigración, en particular sobre las restricciones a la libre circulación de personas dentro de la Unión Europea, la revisión de beneficios sociales para los hijos de inmigrantes.
Sin embargo, ninguna señal más clara que la dada durante la cumbre de Bruselas: la declaración, a juicio de la Comisión, de que Reino Unido cumple los criterios para aplicar el "freno de emergencia".
APROBACIÓN DE LAS LEYES EN EL PARLAMENTO EUROPEO
Una vez la Comisión propone una nueva reglamentación, es el turno del Parlamento Europeo para decidir su adopción -- de manera conjunta con el Consejo Europeo -- a través de una mayoría. El apoyo inicial de los tres grandes bloques parlamentarios (centroderecha, centroizquierda y liberales) a la nueva legislación parece garantizar su aprobación, dado que todos ellos conforman casi dos tercios de la cámara.
Sin embargo, estos bloques no son férreos como en las respectivas políticas nacionales y la disciplina de partido se rompe dado que en numerosas ocasiones europarlamentarios de diferentes líneas ideológicas aúnan fuerzas por el mero hecho de que son del mismo país.
Es por ello que la demanda de Cameron ha causado el rechazo de muchos europarlamentarios de Europa del Este, quienes han acusado al primer ministro británico de imponer un sistema discriminatorio que convertiría a sus ciudadanos en personas de segunda clase dentro de la Unión Europea.
EL TRIBUNAL DE JUSTICIA ATIENDE LAS QUEJAS
El Tribunal, que actúa a peticiones de particulares y de estados, ha efectuado en los últimos meses varios dictámenes a favor de los países más ricos en lo que se refiere a restricción de movimiento.
Sin ir más lejos, el pasado 1 de marzo dictaminó que Alemania podía "imponer ciertas condiciones de residencia a los refugiados" siempre y cuando se comprometiera a otorgarles determinada protección.
Sea como fuere, ningún experto anticipa que el Tribunal vaya a pronunciarse sobre leyes aún no aprobadas hasta dentro de algunos años tras la celebración del referéndum, dado que no tiene poder para "preaprobar" un paquete legislativo.
RATIFICACIÓN DE LOS CAMBIOS EN LOS TRATADOS
Dos de las demandas de Cameron deberán ser incorporadas a los tratados de la Unión Europea: la primera se refiere a la regulación de las relaciones económicas de Reino Unido (en calidad de estado no miembro de la eurozona) con la UE; la segunda al nuevo estatus del país por el que quedará exento de cualquier integración adicional en la UE.
Este aspecto está, a día de hoy, lleno de incógnitas, porque esta incorporación deberá tener lugar durante el periodo de revisión de los tratados y nadie sabe cuándo va a comenzar. Lo que está claro es que todos y cada uno de los 28 estados miembros necesitan pronunciarse al respecto. Algunos lo dejan en manos de sus Parlamentos nacionales, pero países como Francia deben validar estas iniciativas mediante referéndum.
Esto puede ser un problema dado que el plebiscito se convertiría en un baremo de la opinión popular ante lo que perciben como un intento de Reino Unido de favorecer su posición privilegiada en la UE a costa de pequeños países. Por extensión, podría incluso convertirse en una expresión de la opinión popular sobre el estado actual de la Unión.