MADRID, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
Cáritas Filipinas estima que al menos 9,5 millones de personas han quedado afectadas en Filipinas como consecuencia del tifón Haiyán --bautizado localmente como 'Yolanda'--. De ellas, más de tres millones de personas se encuentran en un radio de 30 kilómetros dentro de la ruta seguida por el tifón donde el nivel de destrucción es "máximo" y las comunidades afectadas "carecen de acceso al agua potable, a la comida y a la electricidad".
Los equipos de las Naciones Unidas en el terreno han descrito la escena desde el aire como una repetición del tsunami que asoló el Océano Índico en 2004, según apunta Cáritas.
Concretamente, en Tacloban City se registró una subida del nivel de la marea de casi diez metros. Allí, según informa la Iglesia local, se asientan de manera irregular comunidades de migrantes internos que son las más afectadas por la catástrofe y las que necesitan con mayor urgencia ayuda inmediata.
Cáritas informa de que el aeropuerto de esa ciudad se ha despejado, lo que está permitiendo la llegada de suministros de emergencia, pero advierte de que muchas zonas siguen estando inaccesibles.
Además, numerosas islas han sufrido el impacto siendo Leyte y Samar las que han registrado los mayores daños. Algunos informes, según precisa la organización, indican que "el tifón ha dejado, literalmente, una auténtica franja de destrucción a su paso, incluyendo Ormoc City".
Un equipo de Cáritas Filipinas y miembros de la red internacional de Cáritas presentes en la zona ha llegado este lunes en barco a Leyte para evaluar las necesidades más urgentes. "Todo hace temer que el nivel de destrucción producido por el tifón en las áreas que aún siguen inaccesibles sea catastrófico", apuntan.
Asimismo, la Cáritas local planea enviar equipos de evaluación de daños a varias diócesis pertenecientes a la Arquidiócesis de Palo (en Leyte), a Borongan (en Samar Oriental), al Vicariato Apostólico de Calapan y a San Jose Mindoro en cuanto los canales de comunicación se hayan restablecido.
PRIORIDADES: AGUA POTABLE Y ALIMENTOS
Según el Gobierno filipino, las prioridades inmediatas, junto a la retirada de escombros, las tareas logísticas y el restablecimiento de las comunicaciones son: agua potable, productos de higiene y saneamiento, alimentos, medicinas y refugio temporal.
Mientras tanto, para las diócesis aún no accesibles desde Manila, Caritas Filipinas está coordinando la ayuda a los damnificados mediante la colaboración de aquellas diócesis cercanas con capacidad suficiente para proporcionar los suministros de emergencia necesarios a las personas más vulnerables y hacer las primeras estimaciones.
El presidente de Cáritas Internationalis, el cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa, ha declarado que sus plegarias están con el pueblo de Filipinas, "un pueblo que ha sufrido muchos desastres naturales en el pasado, siempre con fe y gran resistencia". "Pueden estar seguros de que las Cáritas de todo el mundo acudirán en su ayuda", ha afirmado.
El Papa Francisco, por su parte, rezó por las víctimas del tifón después del Ángelus del domingo en la Plaza de San Pedro y, tras proponer una oración en silencio y rezar el Avemaría, animó a los presentes a ayudar a sus hermanos y hermanas en Filipinas tanto con gestos concretos como a través de la oración.