MADRID 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Penal Internacional (TPI) ha celebrado la etapa final del juicio contra Alí Muhamad Alí Abdelrahmán, alias 'Alí Kushaib', un destacado comandante de las milicias yanyauid que respaldaron al expresidente sudanés Omar Hasán al Bashir durante su campaña de atrocidades en el conflicto de Darfur entre 2003 y 2004.
"Las pruebas demuestran de manera contundente que se ha cometido la conducta alegada por la Fiscalía", ha explicado durante la sesión el fiscal general del TPI, Karim Khan, agregando que el líder de las milicias yanyauid "participó activamente en la comisión de delitos, con voluntad y entusiasmo".
Los testigos, ha subrayado Khan, han detallado "asesinatos en masa, torturas, violaciones, ataques contra civiles, incendios y saqueos de pueblos enteros", así como "el desplazamiento de millones" de personas que hasta el día de hoy "no han podido regresar a la tierra" de la que pertenecen.
En concreto, Abdelrahmán --considerado 'Aqid al Oqdada', coronel de los coroneles-- está acusado de 31 cargos por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos en la región de Darfur entre agosto de 2003 y marzo de 2004 en las aldeas y ciudades de Kodoom, Bindisi, Mukjar y Arawala.
Entre estos cargos figuran orquestar ataques contra civiles, asesinatos, saqueos, destrucción de propiedades, actos inhumanos, acciones contrarias a la dignidad de las personas, violaciones sexuales, traslado forzoso de población, persecución, tortura, tratamiento cruel e intento de secuestro.
'Alí Kushaib' comandó a miles de yanyauid, las milicias que apoyaron al Ejército sudanés en la lucha contra los grupos rebeldes en la región Darfur, y presuntamente habría aplicado una "estrategia de contrainsurgencia" que tuvo como resultado la comisión de estos crímenes contra la humanidad.
La orden de arresto en su contra, emitida en abril de 2007, le vincula a más de 500 asesinatos, una veintena de violaciones y el desplazamiento forzado de más de 41.000 personas, así como casos de violencia sexual, torturas y saqueos de las que fueron responsables sus hombres.
Abdelrahman, que ha rechazado los cargos, huyó de Sudán en 2020, si bien se entregó ante las autoridades de República Centroafricana (RCA) cuatro meses después de que el Gobierno sudanés anunciara que cooperaría en el caso. El juicio, que arrancó hace casi tres años, ha contado con el testimonio de un total de 56 testigos.
El tribunal también ha exigido la extradición del expresidente Al Bashir, derrocado en 2019. Sobre él pesan dos órdenes de arresto por genocidio, crímenes contra la Humanidad y crímenes de guerra por los presuntos abusos cometidos bajo su mando en la región de Darfur.
A pesar de que las autoridades de transición sudanesas se mostraron abiertas a entregar al expresidente --juzgado además por el golpe de Estado militar de 1989, que derrocó al gobierno electo y le alzó al poder-- hasta ahora este paso no se ha materializado.
Entre las figuras acusadas por el TPI figuran, además de Al Bashir y 'Alí Kushaib', el exministro del Interior y antiguo gobernador de Kordofán Sur Ahmed Harun y el exministro de Defensa Abdelrahim Mohamed Husein, ambos detenidos tras la asonada que derrocó a Al Bashir y bajo custodia desde entonces.