La condena es la mayor dictada hasta la fecha por el TPI y la primera por esclavitud sexual
MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Penal Internacional (TPI) ha condenado a 30 años de cárcel a Bosco Ntaganda, antiguo 'señor de la guerra' en República Democrática del Congo (RDC), por 18 cargos de crímenes de guerra y contra la Humanidad por los que ya había sido declarado culpable a principios de julio.
Ntaganda estaba acusado de asesinato, instigación de ataques contra civiles, violación, esclavitud sexual, persecución, saqueo, traslado forzoso de población civil, reclutamiento de menores de 15 años en un grupo armado para su participación en hostilidades y destrucción de la propiedad de los adversarios.
A la hora de dictar su fallo unánime, la mayor condena dictada hasta la fecha por el TPI, los magistrados han tenido en cuenta "la gravedad de los delitos y el nivel del daño causado por cada delito así como la culpabilidad de Ntaganda, en particular su nivel de intención y grado de participación", ha explicado el TPI en un comunicado.
Los jueces han dictado penas específicas por cada uno de los delitos cometidos por el antiguo señor de la guerra que van de los 8 a los 30 años de cárcel, así como una penal global conjunta. Tras considerar que no se daban las condiciones para la cadena perpetua, y dado que en tales circunstancias el periodo de encarcelamiento no puede superar los 30 años, se ha decidido fijar en ese periodo la condena.
No obstante, ha precisado el TPI, del total de 30 años se deducirán los más de seis años que lleva encarcelado Ntaganda desde su arresto en marzo de 2013. Además, los magistrados han optado por no imponerle una multa tras considerar su "solvencia". El fallo podrá ser apelado tanto por la defensa como por la acusación en un plazo de 30 días.
LOS CRÍMENES DE 'TERMINATOR'
El antiguo rebelde, conocido como 'Terminator', ha sido juzgado por los actos presuntamente cometidos en 2002-2003 cuando era el 'número dos' del Estado Mayor de la milicia Unión de Patriotas Congoleños (UPC), un grupo activo en el este de RDC.
El tribunal ha determinado que la UPC y su brazo armado, las Fuerzas Patrióticas para la Liberación del Congo (FPLC), estuvieron involucradas en el conflicto en Ituri entre 2002 y 2003 y que "su conducta contra la población civil fue el resultado de una estrategia preconcebida".
Su defensa ha insistido durante el proceso en La Haya en que Ntaganda fue un comandante militar leal y disciplinado cuya implicación en los acontecimientos "provocó menos víctimas en lugar de más".
El TPI emitió una orden de arresto contra Ntaganda en 2006, si bien no fue detenido hasta 2013, mientras que el juicio arrancó en 2015. El antiguo líder rebelde fue uno de los fundadores del grupo rebelde M23, que mantuvo una rebelión en el este del país entre 2012 y 2013.
Ntaganda se entregó en 2013 en la Embajada estadounidense en Ruanda, pidiendo ser entregado al TPI tras haber escapado aparentemente de RDC debido a disputas internas en los grupos armados. El tiempo que ha pasado entre rejas --desde el 22 de marzo de 2013-- se descontará de la sentencia de 30 años a la que ahora ha sido condenado, según ha informado el TPI.
PRIMERAS REACCIONES
La condena de Ntaganda "envía un fuerte mensaje de que incluso las personas consideradas como intocables pueden un día rendir cuentas", ha subrayado la subdirectora para África de Human Rights Watch (HRW), Ida Sawyer. "Aunque el dolor de sus víctimas no puede borrarse, pueden recibir cierto consuelo viendo que prevalece la justicia", ha subrayado.
Asimismo, ha confiado en que sirva para "disuadir a otros que aún siguen cometiendo abusos contra civiles en RDC y en otras partes". "Esto podría hacer que las fuerzas de seguridad se lo pensaran dos veces antes de ordenar violar los derechos de las personas, incluso durante un conflicto", ha añadido Sawyer, que lleva documentando sus abusos desde 2008.
La responsable de HRW también ha subrayado que es una condena "histórica" ya que el antiguo señor de la guerra es "la primera persona condenada en el TPI por esclavitud sexual" así como por "crímenes de violencia sexual cometidos por sus propias tropas". "Esto envía un importante mensaje", ha valorado.