ATENAS 24 Nov. (Reuters/EP) -
Trabajadores del sector público en Grecia acuden a la huelga este jueves para expresar su rechazo a las reformas en materia laboral y de pensiones y la venta de activos estatales que el Gobierno ha acordado con los principales acreedores del país como parte de la revisión de su segundo rescate.
Personal de los hospitales estatales, profesores de escuelas públicas y trabajadores de los ayuntamientos se han unido para participar en la huelga que ha convocado el principal sindicato del sector público en Grecia, ADEDY. Cientos de barcos se han quedado atracados en el puerto durante la noche, como consecuencia de la huelga convocada de forma separada por el sindicato de pescadores.
"Son los trabajadores y los pobres los que siempre tienen que pagar el coste de la crisis", ha señalado ADEDY en un comunicado este jueves. Se espera que a lo largo del día se produzca una manifestación en el centro de Atenas.
La recesión en Grecia, motivada por la crisis económica y los recortes impuestos por las políticas de austeridad de la Unión Europea, ha dejado a miles de personas sin trabajo y ha provocado una reducción drástica de los sueldos de los funcionarios. El parón que ha convocado ADEDY es tan solo el preludio de la huelga general convocada para el próximo 8 de diciembre, organizada por el sindicato GSEE, el sindicato de trabajadores privados más importante del país.
Atenas todavía sigue sin ponerse de acuerdo con sus principales acreedores --la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional-- sobre las reformas laborales, unas medidas que han resultado tremendamente impopulares pero que Grecia necesita como parte de la revisión de su segundo rescate.
El Gobierno griego quiere cumplir pronto con las condiciones impuestas en la revisión de su segundo rescate, con el objetivo de pedir una reducción de su deuda por parte de las autoridades europeas. Por otro lado, también aspira a formar parte del programa de compra de bonos del Banco Central Europeo. No obstante, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha dicho este miércoles que no aceptará demandas "irracionales".
Los sindicatos griegos siempre se han opuesto a la venta de activos estatales, especialmente de la privatización de la compañía energética PPC. Los accionistas del PPC se van a reunir este jueves para aprobar la venta de un 24 por ciento de la compañía al operador chino de redes telefónicas ADMIE.