MADRID, 10 Sep. (EDIZIONES) -
En pleno siglo XXI todavía son muchos los países cuyas leyes impiden que las mujeres puedan trabajar, realizar determinadas profesiones, solicitar un pasaporte o simplemente pedir un crédito, lo que les deja desprotegidas frente a la violencia y les impide avanzar económicamente, según un informe publicado por el Banco Mundial.
El informe 'Mujer, Empresa y Derecho 2016', examina las leyes que impiden el empleo y la capacidad empresarial de las mujeres y revela que éstas enfrentan restricciones al empleo en 100 de las 173 economías analizadas.
Así, en 41 economías las mujeres tienen prohibido trabajar en ciertos empleos en recintos industriales; en 29 economías se les prohíbe trabajar de noche y en 18 economías no pueden obtener un empleo sin el permiso de sus maridos. Además, en 30 economías, las mujeres casadas no pueden elegir dónde vivir y en 19 economías están obligadas por ley a obedecer a sus esposos.
"Es una grave injusticia cuando las sociedades establecen restricciones legales que limitan las posibilidades de las mujeres para conseguir empleo o participar en la vida económica", ha subrayado el presidente del Banco Mundial, Jim Jong Kim, defendiendo que mujeres y hombres "merecen tener oportunidades para desplegar su potencial, sin importar dónde vivan".
Además, ha incidido en que estas restricciones legales también son "perjudiciales desde el punto de vista económico" puesto que "las mujeres representan más de la mitad de la población mundial". En este sentido, Kim ha subrayado que "no podemos darnos el lujo de desaprovechar ese potencial, ya sea porque las leyes no logran proteger a las mujeres contra la violencia o porque las excluyen de las oportunidades financieras, de la posesión de bienes o del ejercicio de una profesión".
"Cuando las mujeres pueden trabajar, administrar ingresos y dirigir empresas, los beneficios se extienden mucho más allá del nivel individual y alcanzan a los hijos, a las comunidades y a las economías en su totalidad. No descansaremos hasta que las mujeres gocen de plenos derechos económicos en todo el mundo", ha asegurado en un comunicado.
El informe revela que en 18 países, entre los que figura España, no existen restricciones legales en las áreas analizadas. El resto de países son: Armenia, Canadá, Estonia, Hungría, Kosovo, Malta, México, Namibia, Nueva Zelanda, Países Bajos, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, República Eslovaca, Serbia, Sudáfrica y Taiwán.
Por otra parte, el informe también indica que las leyes que protegen a las mujeres contra la violencia doméstica son cada vez más comunes en el mundo, en parte como respuesta a los crecientes esfuerzos y compromisos internacionales en contra de la violencia contra la mujer.
Actualmente, 127 economías han adoptado leyes en este ámbito, mientras que hace 25 años, casi ningún país contaba con normas de este tipo. No obstante, en 46 economías analizadas aún no existe ningún tipo de protección, según el Banco Mundial.
Por otra parte, el 90 por ciento de las economías analizadas tienen por lo menos una ley discriminatoria hacia la mujer. Las desigualdades de género más difundidas se vinculan con las normas laborales, que son distintas para hombres y mujeres en todas las economías analizadas por el informe. El país con más obstáculos relacionados con el empleo es Rusia, donde las mujeres están excluidas de un total de 456 trabajos.
Pero son las mujeres en Oriente Próximo y el norte de África las que se enfrentan a la mayor cantidad de limitaciones teniendo en cuenta todos los indicadores analizados por el informe, lo que incluye por ejemplo poder solicitar un pasaporte u obtener un empleo sin el consentimiento de su marido.
En esta región se encuentran once de las economías más restrictivas del mundo: Arabia Saudí, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Irak, Jordania, Kuwait, Omán, Qatar, Siria, y Yemen. Junto con Afganistán, Brunei, Mauritania y Sudán, conforman las quince economías más restrictivas en términos de posibilidades para las mujeres de poder trabajar o establecer una empresa.
En lo que respecta al África Subsahariana, alberga a casi la tercera parte de las 30 economías más restrictivas del mundo, pero también a dos de las 18 economías en las que no hay barreras de género.
En el caso de América Latina y el Caribe, continuaron las reformas y casi todas las economías de la región cuentan ahora con leyes que protegen a la mujer contra la violencia doméstica, aunque su aplicación sigue representando un desafío. Además, aún persisten numerosas restricciones en las oportunidades de empleo, según el informe.
Europa y Asia Central es una de las regiones más avanzadas en términos de derechos de propiedad y de sucesión, acceso al crédito y permiso por maternidad y paternidad. No obstante, según el Banco Mundial, las leyes laborales continúan limitando innecesariamente el acceso de la mujer a muchos trabajos.
Por último, en Asia Oriental y el Pacífico se han logrado avances significativos en la inclusión económica de la mujer, como la promulgación de leyes laborales, y además se están ofreciendo innovadores mecanismos de acceso al crédito y políticas fiscales orientadas a respaldar las oportunidades económicas de la mujer.
La principal autora del informe, Sarah Iqbal, ha resaltado que aunque "las leyes no garantizan un trato igual para las mujeres, son el primer paso hacia la creación de un terreno de juego parejo, donde las mujeres tengan la oportunidad de prosperar".