Los trabajos de búsqueda tras el alud de Guatemala podrían llegar a su fin el domingo

MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -

Las labores de búsqueda y rescate en la zona de El Cambray II, en el sur de Guatemala, podrían interrumpirse de forma definitiva el domingo, debido al alto riesgo de que tenga lugar otro desprendimiento de tierra en la zona.

La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) ha anunciado este viernes que los trabajos de búsqueda continuarán a lo largo del fin de semana, pero el lunes serán las autoridades guatemaltecas las que tomen la decisión de paralizar el proceso o continuar con la búsqueda.

Hasta el momento se han recuperado los cadáveres de 253 personas, mientras que la cifra de desaparecidos que se baraja podría llegar hasta las 374.

El secretario ejecutivo de Conred, Alejandro Maldonado, ha asegurado que el riesgo de que pueda registrarse otro alud de tierra, así como el posible brote de enfermedades o la fatiga de los miembros de los grupos de rescate podrían llevar a una "interrupción definitiva" de la operación de búsqueda, según ha informado el diario guatemalteco 'Prensa Libre'.

La evaluación geológica que se ha llevado a cabo en las laderas ha puesto de manifiesto la existencia de grietas en la montaña que pueden llegar a provocar otro derrumbe.

MÁS DE 70 VIVIENTAS SOTERRADAS

Las autoridades han situado en 73 la cifra de posibles viviendas que han quedado sepultadas bajo la tierra, según los datos obtenidos del número de los contadores de luz y la información proporcionada por la Municipalidad. Otras 87 viviendas se han decretado sin daños, pero Maldonado ha informado de que las familias serán evacuadas, precisamente por el riesgo de un nuevo derrumbe.

El accidente tuvo lugar a última hora del pasado jueves por la crecida del río Pinula, causada a su vez por las intensas precipitaciones, que terminaron de abrir una grieta preexistente en la montaña en cuyas faldas se asienta El Cambray II.

El alud enterró por completo un centenar de viviendas en las que vivían unas 40 familias. El desastre natural sorprendió de noche a los habitantes de esta localidad guatemalteca, por lo que la mayoría de sus vecinos estaban durmiendo en sus casas.