MADRID 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
El sector de los transportistas de Perú ha iniciado este jueves una huelga de 72 horas para reclamar mejores garantías de seguridad ante la ola de robos, extorsiones y asesinatos que sufren los conductores, mientras el Gobierno asegura que detrás de la movilización están grupos supuestamente afines al terrorismo.
El primer ministro de Perú, Gustavo Adrianzén, ha asegurado que entre quienes convocan el paro están organizaciones vinculadas con el Movadef, formación heredera de Sendero Luminoso, al que las autoridades electorales no han reconocido como partido político en base a sus supuestos vínculos con el terrorismo.
Adrianzén ha reprochado que existen otros colectivos civiles e incluso formaciones como el Partido Morado, "que sin tener ninguna vinculación con el transporte", están pidiendo secundar una huelga, que a diferencia de la convocada el 26 de septiembre, en esta ocasión ha contado con el consenso de todo el sector.
"Lamento profundamente que una sección de la clase política se aúpe a una reivindicación estrictamente gremial, laboral" y reviva, ha dicho, demandas como reformas de la Constitución, la destitución de la presidenta Dina Boluarte, o la excarcelación del expresidente Pedro Castillo.
"¿No es esto la politización de la movilización?", se ha preguntado Adrianzén, quien ha cuestionado las demandas de los manifestantes sobre la falta de seguridad que sufren cuando realizan su trabajo, según ha dicho en declaraciones a RPP.
"La ciudad de Lima Metropolitana y los catorce distritos comprendidos en la declaración del estado de emergencia se encuentran absolutamente resguardados por la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas", ha asegurado.
Si bien la huelga es a nivel nacional, es en Lima, donde mayor acogida ha tenido. Está previsto que se prolongue al menos durante 72 horas. La convocatoria está motivada por los bajo salarios, así como por un aumento de la delincuencia que vienen golpeando desde hace muchos meses varios distritos de la capital.