BEIRUT 2 Ago. (Reuters/EP) -
El traslado de miles de milicianos y refugiados desde la región de Arsal, en el este de Líbano, a la provincia siria de Idlib, que fue acordado entre el partido-milicia chií Hezbolá y los yihadistas en el marco del alto el fuego establecido en la zona fronteriza, se ha retrasado este martes por segundo día consecutivo debido al rechazo por parte de las autoridades libanesas a las demandas presentadas por los milicianos.
Las fuerzas de seguridad de Líbano han indicado que las demandas de los milicianos incluyen la liberación de presos por parte de Beirut y la distribución de salvoconductos entre milicianos que se encuentren en el campamento de refugiados palestino de Ain el Hilweh, entre otras.
Según el Ejército libanés, las próximas horas serán decisivas para resolver la situación. La semana pasada, Hezbolá, con la colaboración de las Fuerzas Armadas sirias, se hizo con dos estratégicos valles próximos a Arsal, en la frontera con Siria, que se encontraban bajo el control de varios grupos yihadistas presentes en la zona.
El papel ejercido por Hezbolá en el marco del conflicto en Siria ha sido criticado en numerosas ocasiones, especialmente por el primer ministro, Saad al Hariri, que ha destacado que el traslado de los refugiados de Líbano a Siria debe ser coordinado por Naciones Unidas.
El alto el fuego acordado el jueves en la zona montañosa fronteriza entre Líbano y Siria incluye la liberación de los respectivos prisioneros de Hezbolá y del antiguo Frente al Nusra y el traslado de miles de refugiados a Siria.
Varios convoyes han llegado a la zona desde Siria para recoger a miles de milicianos, familiares y refugiados en el noreste de Líbano como parte del acuerdo. No obstante, aún no han comenzado a trasladarse.
"Las demandas de los milicianos han sido rechazadas y las consideramos un obstáculo. Esto ha sido lo que ha retrasado la puesta en marcha de la segunda parte del acuerdo establecido", ha indicado el general Abbas Ibrahim del Ejército de Líbano.
Cerca de 9.000 personas serán trasladadas a la provincia siria de Idlib, que se encuentra bajo el control de los rebeldes, según ha informado Hezbolá.
Esta zona montañosa en la frontera con Siria ha servido en el pasado a los grupos islamistas, principalmente el Frente al Nusra y Estado Islámico, como base.
El Ejército libanés, que recibe apoyo militar por parte de Estados Unidos y Reino Unido, no participó en la operación llevada a cabo el jueves en Arsal.
Actualmente residen en Líbano más de 1,5 millones de refugiados, cerca de un cuarto de su población total. La mayoría vive en situación de pobreza y miles de ellos viven en campamentos de refugiados en la región montañosa.